domingo, 16 de julio de 2006

PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO

Este principio es uno de los más difundidos y dice textualmente: "Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la Ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad pero nada escapa a la Ley"

Absolutamente todo lo que estás viviendo en el presente ha sido generado en algún momento, lo has creado ya sea consciente o inconscientemente en esta o en otra vida. Cuando dices que algo te sucede "por casualidad", sólo estas refiriéndote a una ley que desconoces, pero en realidad era un evento que te tocaba vivir porque lo habías generado de alguna manera.

Es agradable pensar que todo lo bueno que les ocurre es el producto de tus buenas acciones; pero por el contrario, te cuesta aceptar que las situaciones negativas que se te presentan también las has creado. Se te hace difícil llegar a entender ¿por qué y cuándo generaste lo negativo? Este principio te da la respuesta al explicar que son muchos los planos de causación; algunos de ellos provienen desde muy atrás en el tiempo y están dormidos en la memoria, son eventos que pudieron darse tanto en la infancia como en vidas anteriores.

Además, genéticamente recibes la "influencia" de... tus padres, a eso le agregamos la influencia de cuatro abuelos y, si seguimos, vemos que también recibimos la influencia de ocho bisabuelos. Así, esta cadena continúa infinitamente. También recibes las influencias de la sociedad en la que creces, la religión que prácticas, las instituciones de enseñanza a las que asistes, los lugares de trabajo, los clubes, los amigos que te rodean, y demás. Estos son sólo algunos ejemplos para indicar que existen muchos planos de causación y tu eres el resultado de la suma de dichos planos. Llamamos "planos de causación" a los lugares, personas y eventos que te han enseñado un "patrón mental o creencia" que tomamos como verdaderos.

Cada ser en crecimiento y busqueda debe analizar el conjunto de información que ha recibido a lo largo de su vida; conscientemente debe seleccionar aquello que desea mantener en su mente y lo que debe desechar. En este proceso debes reconocer lo que pensabas... nuestro padre, nuestra madre, nuestros abuelos, y qué es lo que eliges pensar. También es conveniente recordar lo que acostumbrabas pensar tiempo atrás y lo que eliges pensar ahora. Siempre tienes la libertad de poder elegir en el presente, que es el único momento que existe. Recuerda que lo que llamamos "libre albedrío" no es más que la oportunidad que se te da de elegir vuestros pensamientos. En esto radica tu verdadero poder y es así como tomas las riendas de tu vida.

En este proceso de selección de pensamientos debes ser responsable y evitar en todo momento caer en el papel de víctima. Para la mayoría, es más fácil culpar a alguien o a algo por la infelicidad y, por lo tanto, se deja de lado la posibilidad de "cambiar y crecer". Hay personas que culpan al gobierno, la situación económica, su pareja, su familia, sus hijos, jefes, y además, algunos llegan a culpar al clima (humedad, calor, frío) por su insatisfacción.

Tal como aprendes al estudiar el Principio de Correspondencia, debes recordar que "todo lo que ocurre por fuera está reflejando tu estado interno". Cuando algo externo te produce insatisfacción o dolor, eso sólo te está recordando que tienes una herida que sanar; de otra manera, no te alterarías.

Es muy recomendable investigar el origen de las situaciones presentes. Si estás viviendo un momento de soledad, no se debe a que tienes "mala suerte" y no encuentras a nadie adecuado para tí. Esa soledad tiene un significado en tu vida; es una lección que debes aprender. La manera más rápida de encontrar respuestas a los conflictos que vives es formulando la pregunta a tu Yo Superior o Dios Interno. Esto se debe hacer preferiblemente en estado de meditación. Las respuestas que recibes siempre son claras y concretas; por lo general, se resumen en pocas palabras o en una sensación.

Si tienes la costumbre de rezar u orar frecuentemente, recuerda que eso es sólo una parte de tu diálogo con Dios. Cuando estás rezando es como si le estuvieras hablando a Dios. Pero cuando estás meditando... estás escuchando además Su respuesta. Si sólo rezas, estás produciendo un monólogo en el cual no estás escuchando a la otra parte. Esta es la razón por la cual mucha gente religiosa se desconcierta y se queja de que Dios "no contesta sus pedidos". Es imposible que eso ocurra. Dios siempre contesta y en forma inmediata. La solución es permanecer en silencio unos minutos después de rezar, y prestar atención a lo que recibimos internamente. ¿Cómo sabrás cuándo es Dios quien contesta tus inquietudes y no tu propio ego? Hay una clave para reconocerlo: las respuestas de Dios son siempre una forma de paz y armonía para todos los concernidos.

Las aparentes injusticias que ves en la vida diaria encuentran su fundamento en este principio. A lo largo de numerosas vidas anteriores has ido generando causas, que determinan vuestra situación presente. Hay personas que han hecho mucho bien en el pasado y ahora les toca vivir su recompensa. A estas personas las percibes como "afortunadas". Por otra parte, hay otros que han cometido muchos errores, han quebrado ciertas leyes universales y ahora se encuentran atrapados en problemas y dificultades. Por eso es que nace gente pobre, enferma o con "mala suerte", mientras que otros nacen saludables, en un hogar confortable y con buenas oportunidades. Sin embargo, sin importar ¿cuál es la apariencia o situación que te toca vivir?, todos han venido al planeta con la única función de sanarse a ustedes mismos. Por tal motivo, los problemas desaparecen cuando terminan de aprender vuestra lección. Así puedes ver que todo lo malo que vives no es más que la oportunidad de abrir tu Conciencia a un conocimiento nuevo.

Se llama "karma" a la deuda que tienes con tu destino y "dharma" a la recompensa que recibes por vuestras buenas obras del pasado. Por ejemplo, alguien puede estar atravesando una crisis y, en el momento menos esperado, aparece alguien que la ayuda desinteresadamente. Ese "alguien" quizá sea una persona a la cual ha beneficiado antes. Todo el bien que haces a los demás vuelve en algún momento a vosotros multiplicado. Ocurre lo mismo con todo lo negativo.

Si alguna vez has perjudicado a alguien, tarde o temprano alguien sin duda te puede llegar a perjudicar. Esto es lo que vuestra Biblia explica como la "Ley del Tallón", que dice textualmente: "Ojo por ojo, diente por diente". Esta ley ha sido mal interpretada y muchos la entienden como la ley de la venganza; sin embargo, lo que afirma no es más que la ley de causa y efecto: si le quitas un ojo a alguien, te tocará perder un ojo tuyo, ni uno más ni uno menos.

El karma y el dharma pueden entenderse como actividades en dos bancos diferentes. Al primero le debes dinero y te seguirá hasta que le pagues. Por el contrario, el segundo te paga intereses por lo que has depositado. Estos bancos no tienen conexión entre sí; es decir que por más buenas obras que hagas en el presente, igual tendrás que saldar vuestras deudas con el destino.

La cadena del karma puede llegar a ser eterna: una persona quizá sea víctima de alguien en una vida y luego se vuelva vengadora en la siguiente, para luego volver a ser la víctima y así sucesivamente... La cadena se corta cuando una de las partes involucradas decide perdonar. El karma se disuelve por completo gracias a la práctica del perdón.

Perdonar para ustedes no es tan fácil como muchos creen. Muchas personas que dicen haber perdonado sólo hacen un juego intelectual; cuando vuelven a tener otro problema con la persona "perdonada", el resentimiento y los reproches aparecen instantáneamente. Esto es lo que conocemos como "perdono pero no olvido", lo que sólo nos indica que el perdón no ha tenido lugar aún. El verdadero perdón otorga paz.

Básicamente, hay dos maneras de cortar el karma. Para entender cómo funcionan estas dos maneras, imagina una relación entre un hombre y una mujer en la cual el primero ha perjudicado a la segunda. En esta vida, ella sentirá un gran deseo de vengarse y perjudicarlo pero como se ha elevado espiritualmente y conoce la Ley de Causa y Efecto elige perdonarlo y NO responde al impulso negativo. El karma ha sido interrumpido gracias a su verdadera decisión de perdonar.

Imaginemos ahora el mismo caso pero, en esa oportunidad, con la diferencia que la mujer no está tan iluminada y elige perjudicar al hombre. Es ahora él quien acepta la responsabilidad de lo que le ocurre porque conoce la Ley e Causa y Efecto, y entonces elige perdonarla. El Karma ha sido interrumpido nuevamente.

En pocas palabras, sólo hace falta que una de las partes involucradas tenga la buena voluntad de elegir el perdón como solución al conflicto.

La mayoría de las personas que no perdonan actúan así porque sienten que alguien tiene que pagar por lo que les ha sucedido; existe en ellas una sed de justicia que, en apariencia, no se da en este plano.

Cada uno de ustedes debería saber que la Justicia Divina opera a través de la Ley de Causa y Efecto. En consecuencia, deben aprender a ser conscientes de vuestros actos. Cada pensamiento o acción que inician es una causa que, indefectiblemente, tendrá su efecto. Si peleas y discutes con los demás a vuestro alrededor (causa), el resultado será un gran conflicto (efecto). Sin embargo, si haces favores y ayudas a otros (causa), también recibiremos lo mismo en algún momento (efecto) aunque quizá los favores nunca provengan de las personas a quienes has ayudado. Por eso es que todas las enseñanzas espirituales enseñan a hacer el bien. La única manera de vivir bien es generando buenas acciones.

¿POR QUÉ LE OCURREN COSAS MALAS A LA GENTE BUENA?

La Ley de Causa y Efecto opera en forma permanente manifestando aquello que de alguna manera has generado. De esto puedes deducir que haciendo el bien obtendrás el bien, lo cual es correcto. Sin embargo, habrás encontrado que aún haciendo buenas obras se te presentan problemas y entonces surge la pregunta: ¿Por qué me ocurren cosas malas? La respuesta es muy sencilla: por karma: Aunque puede que seas una buena persona en esta vida, quizás arrastres deudas de tu pasado.

El karma une a las personas y las mantiene conectadas a través de las distintas vidas. Esto quiere decir que reencarnas en grupos en los cuales vamos intercambiando roles. Es probable que una mujer haya sido madre en una vida y en la siguiente sea la hija. Por eso es que algunos hijos tienen una actitud muy autoritaria hacia sus padres, como si los roles estuvieran cambiados. En realidad, esto ocurre cuando el recuerdo de la vida anterior aún está vigente en el cuerpo emocional. Hay amigos que parecen hermanos porque efectivamente lo fueron antes, mientras que hay hermanos que parecen extraños en la familia porque es la primera vez que les toca estar juntos. También hay parientes que parecen ser rivales o enemigos; cuando esto ocurre, la ley del Universo los lleva a nacer bajo la misma sangre como un intento de conciliar sus almas.

No solamente intercambian roles cuando reencarnan, sino que también cambian de sexo. Si en esta vida eres hombre, en la próxima quizás serás mujer y viceversa. Además, nacemos dos veces bajo el mismo signo astrológico, así de esta manera, vuestra alma recoge la experiencia completa.

Se reencuentran con las mismas personas a lo largo de numerosas vidas. En síntesis, si perjudican a una persona, es muy probable que en la próxima vida les corresponda ser perjudicados. Si como padre has sido muy severo, entonces en el futuro te tocará vivir como hijo el sometimiento de un padre igualmente severo. De esta manera aprendemos y reconocemos lo que antes hemos hecho.

En el mundo existen millones de personas; sin embargo, se mueven en grupos reducidos y se encuentran permanentemente con las mismas personas. Pueden ir a un país lejano y, con gran sorpresa, un día se encontraran con alguien conocido. En conclusión, siempre digo que hay que manifestarse bien. Ustedes pueden tener la habilidad de engañar a otros pero no pueden engañar a las leyes del Universo. El Principio de Causa y Efecto está operando permanentemente y nadie puede escapar a ello. Tarde o temprano tendrás que reparar el daño que has ocasionado. Por el contrario, recibir con alegría el beneficio de haber hecho bien las cosas en su momento.

A medida que la población del mundo crece, vienen "almas nuevas" a la Tierra. Estas almas vienen de otros planetas con la misión de ayudar a elevar la conciencia. De la misma manera, ustedes se moverán hacia otro lugar cuando hayan aprendido todo lo que les corresponde aprender aquí. Este es uno de los motivos por los cuales no tienes necesidad en apurarte en crecer o evolucionar. El crecimiento es infinito y debes disfrutar de cada paso que das.

CONTRATOS KÁRMICOS

Antes de venir al planeta, elegiste tomar un cuerpo físico y seleccionar voluntariamente las experiencias que estabas dispuesto a experimentar. En este proceso seleccionaste a vuestros padres, hermanos, futuras parejas, matrimonios, amigos y demás.

Con las personas que te ayudaran eficazmente firmas un "contrato kármico". Se ponen de acuerdo en lo que cada uno le va a hacer al otro con la intención de enseñar o aprender algo. El proceso de aprendizaje es mutuo y el contrato kármico se firma de común acuerdo. Cuando llegan a este plano, se olvidan de lo firmado y viven libremente la experiencia elegida.

Los contratos kármicos son voluntarios e irrevocables, no desaparecen hasta que se cumplen totalmente. Cada uno los elige con la finalidad de dar un paso adelante muy importante en su propia evolución y ascensión personal.

Por ejemplo, una mujer puede pedirle a su "futuro esposo" que durante el matrimonio la maltrate; de esta manera, ella reconocerá que tiene muy poco amor propio y deberá aprender a valorarse como mujer. Por otra parte, él acepta que ella inicie una demanda legal; de esta manera, tendrá que aprender a respetarla y a renunciar al materialismo.

Cuando hay un contrato kármico, se percibe una sensación de venganza en una o en ambas personas involucradas. En muchas ocasiones se olvidan de que ustedes mismos han elegido vivir la "mala experiencia" para aprender la lección y reparar vuestros errores pasados.

La terapia de vidas anteriores basada en la hipnosis es una herramienta valiosa para muchos de ustedes, pues les ayuda a entender la red de relaciones generadas en otras vidas y esto se debe a que aún se guarda en la memoria subconsciente de cada uno el recuerdo de los roles ejercidos con anterioridad. Aunque estos datos pueden parecer sólo anecdóticos, ayudan a entender por qué algunos reaccionan como lo hacen.

LA ERA DEL AMOR

La creencia en el karma está muy difundida en el mundo a través de algunas religiones y escuelas esotéricas. Aunque esta idea ha estado por muchos años en vuestra conciencia; especialmente durante la Era de Piscis, que ya terminó, ahora están progresando en la Era de Acuario donde muchas cosas cambiarán; entre ellas, el karma.

El proceso de "pagar" vuestras deudas está acelerado en esta Nueva Era. Lo que antes les llevaba varias vidas entender y saldar, ahora se realiza en la misma encarnación. Si hoy perjudicas a alguien, es muy probable que te toque pagarlo mañana mismo, no en la próxima vida ni diez vidas adelante.

Existe un avance importante en la conciencia de la manifestación humana y esto elevará el nivel de comprensión en toda la humanidad. Este proceso de transformación, que ya se ha iniciado, tardará aún algún tiempo en completarse. En este proceso mismo descubrirán nuestra Unidad, el hecho de que, en realidad, "Todos son y somos Uno solo". Dicho de otra forma, el Hijo de Dios es uno solo y todos somos parte de El. Por eso, es importante ayudarnos mutuamente y perdonarnos. Debemos ajustarnos a estos cambios cósmicos para ayudar a la evolución planetaria a despertar amor. Un verdadero trabajador de la luz tiene que aplicar todo su conocimiento para mejorarse a sí mismo y para servir a los demás en su proceso.

Pero ¿de dónde surgió el karma? Para contestar esta pregunta debemos remontarnos a los orígenes de la humanidad. El hombre fue creado "a imagen y semejanza de Dios" y desde que aquél tuvo su poder creador ha inventado un ente aparentemente separado de su Creador. Esto es lo que llamamos "ego". Vuestro ego les hace sentir que están separados del resto. Tienen un nombre propio, un cuerpo, una estructura social y familiar propia y demás. Vuestro ego les dice que son únicos y especiales, y aunque es cierto, tratará de probarlo de mil maneras distorsionadas. En cambio, nuestro Espíritu nos indica que todos Somos Uno solo, que no existe tal separación.

El efecto de la separación produce un sentimiento de culpa y, como consecuencia, la culpa busca castigo. Cada vez que te sientes culpable de algo que has hecho, vuestra propia mente se encarga de crear el castigo correspondiente. Este castigo puede ser, por ejemplo, la soledad, la falta de dinero, una enfermedad, problemas de familia o de pareja.

La culpa no termina en vosotros. La mayoría de las veces, el ego busca proyectar esta culpa hacia afuera y es así como encuentran a los "culpables" de vuestra infelicidad. Cuando proyectas hacia afuera estas más lejos de resolver el problema y, de esta manera, perpetuas la supremacía de vuestro ego. Las personas que más culpan a los demás son las que menos crecen.

Cuando el ego no encuentra culpables afuera, puede descargar la culpa en ti mismo generando inmovilización y frustración. Este es el caso de aquellas personas perfeccionistas, muy ordenadas o estructuradas. Para resolver estos conflictos debes pensar que, durante tu proceso de aprendizaje, todos cometen errores, que dichos errores se reparan y que no tienes por qué ser condenado a causa de éstos. El perdón no debe practicarse solamente con los demás, sino primero con vosotros mismos porque tu no puedes dar a otros lo que no tienes o te resistes a regalarte, es siempre vuestra elección.

EL DRAMA PERSONAL

Según el Principio de Causa y Efecto, todo lo que vives es el resultado de vuestros propios actos. Cuentas con un poder creador, y a veces, debido al mal uso del mismo, creas situaciones difíciles o dolorosas, creas de esta manera vuestro "drama personal". Y te aclaro que todo el drama se reduce a la idea que tienes de separación de tu Fuente.

Puedes comparar el efecto de la separación con el concepto del "pecado original". En la Biblia, esto se explica con la imagen de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. La sensación o desconexión de vuestra Verdadera Fuente es la que genera todos los miedos, las angustias y los problemas mayores. Un ejemplo de esto es la soledad. La soledad no se resuelve teniendo a una persona al lado vuestro; en muchos casos, puedes llegar a sentirse horriblemente solo aún estando acompañado.

La soledad es un problema personal y tiene que ver con la sensación de estar desconectado de vuestro Creador, El Padre y Madre, Dios del Universo. Solamente reparando esa conexión podrás sentirte pleno, completo y feliz. Curiosamente, muchas creencias religiosas fomentan la idea de separación y no la de unión. Esto se debe a que se basan en las leyes del ego y no las del Espíritu. El miedo más grande que existe es el miedo a Dios, a recibir Su condena o castigo, lo cual es totalmente absurdo.

Y como conclusión, puedo decirte que la idea del karma, o el ciclo de culpa y castigo, fueron creados por vuestro "ego". Dios NO condena ni castiga porque Él nos ha creado a todos tal como somos. El sabe que lo que estas viviendo es como un gran sueño del cual tienes que despertar. No hay culpas, ni culpables; no tienes nada que pagar ni que hacer pagar a los demás; solamente existe la experiencia.

El proceso de liberación del karma comienza con el reconocimiento de la proyección que haces hacia los demás. Es decir que tienes que empezar a reconocer que "no hay culpables fuera de vosotros", sino que, de alguna manera, cada uno está proyectando el problema hacia afuera.

Luego, debes reconocer que tampoco vosotros sois culpables, sino que solamente has cometido algunos errores.

Finalmente, debes reparar esos errores corrigiendo vuestra percepción de la vida.
Cuando creas vuestro ego, cuando surgió la idea de separación, Dios puso en vuestra mente el instrumento necesario para devolverte la percepción correcta de la vida. Este instrumento es lo que llamamos "Yo Superior o Espíritu Santo". Todo ser deberia aprender a invocar a la Guía de su Yo Superior, especialmente en los momentos en que se encuentra en conflicto, para entender lo ¿qué le está ocurriendo?

La Era de Acuario les enseñará que no son culpables de nada; tan sólo han cometido errores y los errores se corrigen. La parte más perfecta de vuestra mente les ayuda en este proceso. Para poder evolucionar, debes desarmar vuestro "drama personal". Con vuestro drama lo único que haces es acaparar la atención de los demás y de su energía. Esto significa que cuantos más dramas experimentamos, más robamos la energía de los demás. Pero cuando empiezas a despertar a la vida espiritual, descubres que la Fuente de nuestra energía es otra y que la misma es infinita e inagotable, por lo tanto, no necesitas apropiarte de la energía ajena.

El proceso del "Perdón" consiste en "desarmar" lo que has construido, eliminando las culpas que pones en otros y en ti mismo. De esta manera, comienzas a sentir la sensación de Unidad. Pero mientras exista una sola persona a la que consideres culpable, nunca encontraras paz en vuestra vida.

El Perdón a ti mismo, es tal vez, uno de los más difíciles de lograr. La autocondenación se da la mayoría de las veces de una manera muy sutil, y a la vez, muy intensa. A veces, sientes la voz de un juez interno que te recuerda cuán tontos has sido al haber actuado de cierta forma; ese juez no es más que la voz de vuestro propio ego que debes aprender a callar.

Perdonar no es sinónimo de debilidad. Muchos de ustedes confunden el perdón con la permisividad. Perdonar no significa permitir que los demás vuelvan a hacer lo mismo contigo. Perdonar significa "entregar el problema a una Autoridad Superior" a la nuestra que impondrá Su justicia y no la que vuestro ego quiere. Perdonar también significa aprender a ponerles límites a los demás y a defender nuestros derechos.

El perdón
LA AYUDA A LOS DEMÁS

Nunca hay que asistir a alguien que no te lo haya pedido porque la persona puede no estar receptiva a vuestra ayuda. Cuando le has hecho un favor a alguien y luego esa persona no agradece o se muestra indiferente, te está dando la pauta de que te has equivocado, o bien la persona no necesitaba de vuestra ayuda o le has dado ayuda equivocada. Esto ocurre cuando intervienes en la vida de alguien pretendiendo ser su salvador.

Una manera de evitar este error es ofrecer vuestra ayuda a quien pienses que la necesita y, luego, debes retroceder para dar lugar a que la persona elija. Cuando el otro decide aceptar vuestra ayuda, entonces estará receptiva y sólo así tendrás éxito.

¿Hasta dónde ayudar? Se debe ayudar a los demás hasta el punto en que el equilibrio de vuestra vida personal no se pierda. Si vas a prestar dinero a alguien cercano, deberás prestar solamente una cantidad de tu dinero que no ponga en peligro tu economía personal. De lo contrario, si por prestar dinero dejas de pagar tus propias cuentas, sólo estás permitiendo que el problema del otro contamine tu vida. En esencia, si quieres que tu ayuda sea siempre efectiva, no deberías perder nunca tu equilibrio personal. Esto nos lleva a la siguiente conclusión: el sacrificio por los demás en este tiempo no sirve.

En general, los problemas que cada uno de ustedes enfrenta no son más que errores de conciencia. Existen en vuestra mente ideas equívocas que deben ser corregidas. Éstas tienen que ver con la falta o aceptación de lo bueno, con ideas de no merecimiento, con el nivel de la autoestima y con las culpas que arrastran. Estas últimas son las más poderosas y generan las principales barreras para vuestra felicidad personal. Es posible que cada vez que algún proyecto se demora o las cosas que deseas no se dan es porque todavía tienes que perdonar a alguien o perdonarte a tí mismo. Las enfermedades físicas tienen que ver con la falta de perdón, las deudas y la soledad, también. Siguiendo este concepto, si quieres ayudar a alguien verdaderamente, entonces no sólo tienes que brindar tu ayuda material, sino también el apoyo moral necesario para que la persona se libere de sus culpas y mejores su manera de pensar.

EL PROCESO DE PERDÓN

El perdón no es un acto sino un proceso. Cada día pierdas un poco más y así te vas liberando del pasado. En algunos casos, este proceso puede hacerse de una sola vez, pero en la mayoría, el perdón requiere tiempo.

Para entender los pasos que debes dar en el proceso del perdón, debes entender primero cómo funciona la proyección que hace vuestro ego, las heridas emocionales que arrastras la ves con más claridad en los demás y no en ti mismo. El ego se niega a aceptar que eres tu quien tiene el problema y lo proyecta hacia afuera encontrando el perfecto "culpable". De esta manera culpas a tu pareja, vuestro padre, vuestra madre, vuestros hijos, vuestro jefe, un amigo o a quien sea por vuestra infelicidad. Una analogía muy válida es la siguiente: cuando vamos al cine pensamos que la película está en la pantalla; sin embargo no es así, la película que estamos viendo está en el proyector y lo que vemos no es más que la proyección que hace la máquina. De la misma manera, la "película de vuestra vida" no es más que la proyección que surge de vuestra propia mente.

Entonces, el 1er. paso para "perdonar", es que debes reconocer que la culpa no está afuera. Debes interrumpir el fenómeno de la proyección y no aceptar como culpable a alguien o algo externo a ti. Debes reconocer que lo de afuera activó una herida emocional que está en ti y por eso te molestas o te enojas.

El 2do. paso es aceptar que la herida está dentro de ti mismo. Si en este proceso te detienes en este paso, el ego te hará sentir culpable a ti mismo.

El 3er paso consiste en entregar esa culpa al Espíritu Santo o Yo Superior para que perdone por vosotros. Debido a que todos están envueltos en el mismo sistema de pensamiento del ego, necesitas un elemento externo a este sistema que te ayude a recobrar la cordura. El Yo Superior es la parte perfecta de la mente que te recuerda permanentemente tu naturaleza espiritual.

En conclusión, puedo aclarar que no tienes la capacidad de perdonar. No puedes perdonar a tus enemigos ni a ti mismo. Solamente realizas un jugo intelectual que se parece más a una postura arrogante. Crees que eres de los "buenos" porque perdonas a los "malos". Por eso necesitas la ayuda del Yo Superior. Es en el tercer paso donde procedes a poner el problema en las manos de Dios para que Él mismo lo resuelva y sane aquello que necesita ser sanado.

Cuando se das el verdadero perdón, sientes una gran paz interior. Si pedir ayuda a tu Yo Superior te resulta extraño, puedes invocar en su lugar a la entidad espiritual que prefieras según tu propia creencia espiritual: Jesús, Buda, o a Dios Padre/Made mismo.

La próxima vez que sientas un enojo muy grande hacia alguien deberás poner en práctica el proceso del perdón. Primero, tendrás que aceptar que esa persona no es la culpable de tu enojo. En segundo lugar, deberás admitir que en realidad hay una parte tuya que se enoja por lo que el otro hace. Finalmente, tendrás que pedir ayuda para que tu Yo Superior pueda perdonar por ti aquello que no entiendes ni aceptas. Al hacer esto, pones en manos del Universo el proceso del perdón y así se curan tus propias heridas y las de los demás. Generalmente, ocurre algo mágico, lo que muchos de ustedes llaman "milagro".

LOS BENEFICIOS DEL PERDÓN

El "Perdón" depende de tu buena voluntad, de tu deseo, de tu disposición a querer soltar aquello que te ha hecho daño en algún momento. Cuando pides ayuda se ponen en marcha todos los mecanismos del Universo para restaurar la armonía en tu vida.

El proceso del perdón se puede comparar al hecho de tomar conciencia de que en realidad, nadie te ha hecho daño ni tampoco ninguno de vosotros se lo has hecho a otros. El supuesto "pecado" no es más que un error de percepción. Definitivamente, esto es demasiado simple para que vuestro ego lo pueda aceptar. El ego siempre tiene todas las razones del mundo para justificar su posición; en especial, cuando te enojas con alguien. Entonces encuentras las razones lógicas al enojo que te lleva a juzgar y condenar. Además, el ego busca aliados. Tratas de convencer a todos de tus razones. Pero la verdad es que cuanto más justificas tu posición, más inseguros estas en el fondo.

Uno de los motivos por los cuales no existen culpables es porque cada uno de vosotros siempre está haciendo lo mejor que puede, de acuerdo con su grado de cultura y Conciencia. Cuando te equivocas es porque no sabes hacer algo mejor. Si retrocedieras en el tiempo hasta el momento justo en que cometes un gran error diez años atrás, volverías a hacer lo mismo, porque ese era tu estado de conciencia. Siempre haces lo que crees que es mejor en cada momento, aunque estés totalmente equivocado.

Dios no condena porque sabe que estas aquí para aprender. El ego es el único que juzga y condena. Vuestra mente es limitada y nunca captas todo lo que está pasando. Tal como lo vimos antes, existen hilos kármicos que contienen historias secretas para vuestros sentidos. Puedes percibir una situación como una injusticia, pero en realidad, no sabes si el injusto sólo le está dando la oportunidad al otro de reparar su error.

Además, las diferencias culturales hacen que vuestra capacidad de juicio sea limitada. Por ejemplo, para un esquimal es buena costumbre ofrecer a su mujer para que duerma con la persona que los visita. Para otros, esto suena como una locura; sin embargo, para los esquimales es totalmente normal. ¿Quién tiene la razón? La respuesta es sencilla: ninguno. Cada uno está viviendo su propia experiencia. Entonces seria sabio entender que aquellos personajes "malos" que movilizan grandes masas son espíritus que tienen la misión de elevar la Conciencia Colectiva de ciertas razas o sociedades. Ellos pueden despertar emociones negativas, pero también ayudan a desarrollar la actitud de servicio de todo un pueblo o una nación. El odio que ellos despiertan individualmente no es más que el odio que cada uno tiene que sanar en sí mismo. Todos los países tienen su karma de grupo. Cada ciudadano tiene que lidiar en mayor o en menor medida con este tipo de karma.

Según la Ley de Causa y Efecto, en esencia sólo hacen dos cosas: das amor o pides amor. Y entre ustedes una forma muy común de pedir amor es la queja. Cuando una persona se "queja o reclama" a otra su atención, en el fondo sólo le está pidiendo su amor. Lamentablemente, debes reconocer que la queja es un recurso negativo que lleva a obtener el resultado opuesto.

En la red de relaciones que entablas, todos aprenden y enseñan al mismo tiempo. Aunque no sean conscientes de eso, las personas que te rodean aprenden algo de vosotros y viceversa, aún cuando la relación sea superficial o de poco tiempo.

De las grandes crisis aprendes lecciones mayores, pero haciendo uso de tu facultad de elegir.

RENUNCIAR AL KARMA

Debes afirmar de una manera rotunda tu deseo de no seguir sufriendo. Para logarlo, tienes que decretar lo siguiente: "Renuncio al karma . En este instante, renuncio a cualquier forma de carencia, pensamiento de limitación o error que se aloje en mi Conciencia. A partir de hoy, elijo amor, felicidad, prosperidad, sanidad (mente+cuerpo) y una vida muy armoniosa".

Cada vez que se presenta un problema lo primero que debes hacer es renunciar a él. Cualquier afirmación o decreto que se haga en ese momento tiene que comenzar con la palabra "renuncio". De esta manera, interrumpes la formación de la crisis.

Por ejemplo, puedes decretar: "Renuncio a seguir sufriendo por este problema sentimental. Ahora encuentro la solución más armoniosa y positiva para ambos". Si el problema es de dinero, entonces puedes decretar. "Renuncio a mis limitaciones económicas. A partir de hoy el dinero viene fácilmente a mi vida y en abundancia".

CAMBIAR PARA RECIBIR

Muchos de ustedes tienen una lista escrita de sus objetivos. Que les permite enfocarse en ellos. De esta manera, puedes ir comprobando poco a poco tu dominio de la materia. De acuerdo con un concepto bíblico, Dios, como Padre Perfecto, nos da todo lo que pedimos antes de que se lo pidamos. No sólo Él sabe de antemano lo que le vamos a pedir, sino que también nos lo concede. La pregunta que surge entonces es: ¿Dónde está aquello que estás deseando? ¿Por qué no lo tienes?

Debes saber que por Leyes del Universo se nos otorga las cosas que estamos dispuestos a aceptar internamente. Es probable que conscientemente desees tener una fortuna; sin embargo, en tu interior no te sientes merecedor de ella. El diálogo interno es muy poderoso; es el que el Universo escucha y termina por manifestar. Una persona puede desear tener una pareja. Pero si en el fondo, no se siente merecedora de la pareja que está anhelando, ésta podría estar caminando a su lado y no la vería. La persona abrirá los ojos cuando trabaje en la aceptación de aquello que desea.

Recuerda que todo lo que has enumerado en tu lista de deseos... ¡Ya está concedido!. Ahora, deberás trabajar en la "ACEPTACION". Para eso, tendrás que agregar a cada uno de tus objetivos la fecha para la cual estarás dispuesto a "aceptarlo". Escribirás el día, mes, año y también la hora. Siempre es necesario darse un plazo bastante amplio para trabajar la aceptación. Si eres alguien ansioso y has elegido que quieres algo para el mes que viene, debes proporcionar el plazo suficiente. En el caso de que se cumpliera el plazo y no se manifestara tu pedido, tendrás que elegir otra fecha. En este caso, debes ser cuidadoso de no dar lugar a los pensamientos de frustración. Es útil prestar atención al mensaje de los pensamientos negativos porque están dando la pauta de ¿cuál es la barrera interna que tienes que superar?.

Cuando una persona dice "Pero, yo lo quiero ahora mismo", en el fondo se está mintiendo a sí misma porque si fuera así ya lo tendría.

Según el Principio de Causa y Efecto, debes aprender a generar las causas adecuadas para manifestar un efecto determinado. Concretamente, esto significa que deberás cambiar algo de ti para obtener un resultado diferente en tu vida. Cuando hacemos las cosas de siempre, obtenemos los resultados de siempre. Si no estás totalmente conforme con tu vida, quejarte no te llevará a cambiarla. Es importante "cambiar" y, por lo general, el "cambio comienza por el pensamiento".

Una vez elegido un objetivo es conveniente realizar una meditación y preguntar al Yo Superior: "Qué debo cambiar de mí mismo para poder recibir esto?"

Muchos piensan que si los demás cambiaran, entonces lograrían su felicidad; o creen que la realización de su deseo depende de la modificación de una situación externa, como la política, la economía o el clima.

Debes saber que "lo único que puedes cambiar es a ti mismo"; que la única manera de generar un resultado determinado es creando la causa correcta. En síntesis, sólo generando Amor se logra atraer Amor. Si quieres vivir un gran romance, tienes que empezar por amarte mucho a ti mismo y luego manifestar tu amor a los demás.
 
Recuerda siempre que la primera causa, la que origina todo movimiento en el Universo, es mental. Esto quiere decir que el primer cambio se da en el pensamiento. El segundo paso es comenzar a hacer cosas diferentes: por ejemplo, tienes que visitar nuevos lugares, hablar con gente diferente, leer autores nuevos, probar nuevas comidas. Elige cambiar tu ritmo normal de vida y eleva al máximo tu Fe en la Fuente... en tu "Maestro y Guía Interior". De este modo, verás manifestarse toda clase de milagros en tu vida.

Fraternalmente en la luz de amor
Miccael Sais


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