Esta mañana tuve oportunidad de
compartir con alguien a quien comentaba que para mi el verdadero valor de la
vida depende de la conciencia y del poder de contemplación, nunca vivir ha sido
realmente solo una cuestión de supervivencia.
Sinceramente sin conciencia no tienes nada. Sin conciencia no podrías realmente amar a nadie, ni a tu pareja, ni a tus hijos, realizar tu trabajo o tomarte un café en una terraza. Para mí; sin conciencia realmente no existes.
La conciencia en ningún caso es tu mente, como muchos creen, ya que si la mente fuese una ampolleta, entiendo que la conciencia sería la electricidad que la ilumina. Un reflejo opaco de la conciencia en la mente provoca confusión, errores y finalmente sufrimiento. Una mente realmente iluminada por la conciencia está en paz y está presente, tiene una plácida amabilidad consigo mismo, que hace que los demás se sientan bien. Si consideras a la conciencia como tú «luz interior», estarás más cerca de comprender su vital importancia.
Creo que finalmente puedo concluir diciendo que “la calidad de tu conciencia determina la calidad de tu propia vida.”
Que este sea un luminoso fin de
semana.
Abrazos fraternales en la luz del
amor
Daniel Miccael
Sais © 2013
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