Estas últimas semanas han sido muy enriquecedoras en muchos sentidos, lo
que refuerza, de potente manera, mi creencia que podemos utilizar todo para
aprender, crecer y avanzar. Mi amada compañera me recordaba algunas cosas que
he dejado de lado, y me mostraba como mejorar en algunos aspectos.
Respecto a lo mismo, hoy precisamente me gustaría compartir un artículo
con el cual me encantaría dejar muchas cosas en claro, más que nunca en este
instante de nuestras propias experiencias de vida. Es mi modo de apoyarnos a
mirar también y reflexionar en torno al título que ya lo define prácticamente todo,
así que sin más te invito a reflexionar:
¿Te has planteado alguna vez, en serio, qué es exactamente lo que te impide lograr tus objetivos o sueños? Seguro que se te ocurren unas mil y una razones u obstáculos, y que incluso te sientes con las manos atadas por qué crees que eres incapaz de hacer nada al respecto, pero ¿hasta qué punto eso es verdad?
A estas alturas, sin duda
ya sabes que hay ciertas cosas que puedes controlar y modificar. ¿Cuáles? Tu actitud, por ejemplo, y otras que, por mucho que quieras, no
está en tu mano manejar.
Estas tres pasadas semanas he aprendido realmente que es absurdo quedarte
atrapado en estas últimas cuando no hay nada más que puedas hacer, porque lo
único que consigues es frustrarte. Estas “otras cosas” son lo que podríamos definir
como falsos obstáculos y no son nada más que excusas porque la realidad es que
sí hay cosas que puedes hacer al respecto, pero te da miedo. Permíteme darte
algunos ejemplos de falsos obstáculos:
Este tema es interesante cuando piensas en otras personas: en tu jefe, tú ex o actual pareja, tu padre o
madre, o la vecina son tu mayor obstáculo. Siento decirte que eso es nada más
que una excusa. Es imposible muchas veces cambiar a las personas, pero sí puedes
cambiar y manejar tu actitud y comportamiento. ¿Que no soportas a tu jefe?.
Bueno, hay tres alternativas a priori: cambias de trabajo, cambias tu actitud o
te conformas y lo aceptas. Ningún pero tiene validez, eso es lo cierto, los
peros que te surjan son solo dudas y miedos. Se puede hablar también del
chantaje emocional que te hacen algunas personas, pero también depende de ti
aceptarlo. Y podrías replicar diciéndome que hacerlo es complicado, nada fácil.
Lo acepto, y te doy la razón; pocas cosas lo son, si así lo creemos. Mas cuando
lo que podemos hacer para salir del chantaje emocional es lo que genera el
cambio, al comenzar a rodearnos de gente significativamente positiva; que nos
acepte y respete adecuadamente, para finalmente aprender a salir del papel de víctima
que comúnmente siempre jugamos, para aprender a tomar las riendas de nuestras
vidas.
¿Y qué hay de la situación actual?.
Hay muchas personas que lo están pasando mal en estos precisos momentos y también
hay muchas personas a las que esta situación les sirve como anillo al dedo como
excusa. “Más adelante cuando mejore la situación, hoy todo esta tan mal, no es
tiempo de siquiera intentarlo”, “más adelante cambio de trabajo, hoy cero
posibilidad”, o peor, esas personas que solo critican o desaniman a los que sí
lo hacen lo que quieren o buscan. Hay muchas personas haciendo cosas en estos
tiempos; yo mismo, quizá podrías verlo como el mejor momento, el empujón que
necesitabas; muchos esperan la señal que les permita animarse a salir de su
zona de comodidad, mas allá de su rinconcito. Mientras escribo, se me vino a la
memoria el dicho, ese que dice “que si la vida te da limones, entonces aprende
a hacer limonada”.
Otra de las grandes excusas que se usan como un maravilloso obstáculo son
la edad y el aspecto. Aunque siempre
hay maravillosas excepciones, ¿Qué te impide volver a enamorarte a los 50, o 60?
Y que si quieres ser bailarina a los 60 años, nada fácil te toca, pero tampoco
es imposible. Y que te impide arriesgarte a iniciar a estas alturas de tu vida
tu propia empresa, cumplir tu sueño, encontrar el tipo de vida que deseas. Hay muchos
ejemplos de personas que con sus añitos encima empezaron a hacer cosas, lo que
desean, lo que les alegra y emociona; ya fuera escribir, cantar o actuar, por
ejemplo. Y por supuesto lo mismo con tu aspecto físico; a estas alturas con los
avances en todos los campos, evitemos que cualquiera de estas excusas sea
realmente nuestro obstáculo.
Una de las más potentes excusas cuando quieres hacer algo es la falta de tiempo. Yo lo catalogo como
una excusa sencillamente porque cuando realmente quieres algo sacas el tiempo de donde
sea. Si quieres algo ya no es cuestión de tiempo sino
de prioridades, de centrarse, de dedicación y de trabajo enfocado. Muchas personas
han comenzado sus propios negocios teniendo ya un trabajo a tiempo completo e
incluso cuidando hijos, y haciéndose cargo de sus casas. Sinceramente admiro a todos
aquellos abnegados que consiguen equilibrar sus tiempos para hacer cada cosa
que se proponen. Quizá, como yo hace algún tiempo tú te preguntas: ¿Cómo lo
consiguen? El secreto es sencillo y fácil: “Levantándose más temprano,
acostándose más tarde, dejando la tele de lado, apoyándose mutuamente; organizándose
adecuadamente.
Te invito a observar y analizar bien cómo usas tu tiempo y verás que
puedes organizar de mejor manera tus horas muertas y finiquitar tu proyecto o
lo que sea que tengas en mente. Como siempre, cuando estás dispuesto a hacer
algo, se torna más fácil, no hay sacrificios, porque es lo que deseas, es tu
elección. ¿Qué es lo que realmente quieres
hacer?
Solo una cosa está clara, quien algo quiere algo le cuesta. Es interesante reconocer que muchas cosas se complican, por mucho que las quieras y nadie vendrá a regalártelas, tampoco se van a abrir los cielos para que tu vida cambie de la noche a la mañana. Si quieres que algo cambie, empieza por ti mismo, cambia tú. Todas las personas que hoy tienen éxito han empezado organizándose, planificando, trabajando, enfocándose adecuadamente y siendo constantes. Nada para ellos ha sido un sacrificio. Así que no te engañes mirando su situación actual y pensando que es porque han tenido suerte o porque son personas atractivas, tienen más contactos o cualquier otra cosa. Todo eso puede influir, pero realmente nunca te engañes, han trabajado adecuadamente para estar ahí. Así que si quieres cambios, empieza a hacerlos y si te resulta difícil busca ayuda, y deja de estar con los brazos cruzados mirando la vida pasar.
Te invito a aprovechar esta oportunidad de recomenzar que nos da cada reinicio de año. Y como ya muchos más decimos: Querer es poder.
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Que tengas una excelente semana. Abrazos fraternales en la luz del amor.
Daniel Miccael Sais © 2013
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