Con Escorpio, se
entra en el signo más secreto y más oscuro del zodíaco. Escorpio representa la
disminución de la luz del alma por una caída en los estados más densos de la
materia. Atraídos por lo externo, perdemos cada vez más la conciencia de
nuestra existencia, aunque continuamos existiendo. Desarrollamos nuestra propia
lógica, que pensamos es sentido común. Acumulamos cosas alrededor de nosotros y
vamos detrás del dinero, las posesiones y la comodidad, que nos atan más y más.
El deseo, el odio, los celos, la mentalidad competitiva, la avaricia, la ira y
la violencia nos engañan y nos mueven a cometer errores. El tabaco, el alcohol
y las drogas envenenan la conciencia que se retira aún más, y el hombre muere
desde el punto de vista espiritual.
En el camino de
regreso al alma, atravesamos un proceso de alquimia interior. Los antiguos
alquimistas le llamaban a este proceso la purga a través del fuego, en el que
todo lo que no es esencial se quema y el metal impuro se transforma en oro.
Durante esta transformación, todo lo que hemos tejido alrededor de nosotros es
sacrificado: nuestra personalidad, nuestro comportamiento emocional, nuestro
intelecto, nuestras propias ideas y nuestra lógica personal, lo que nos hace
revalorar nuestros derechos. Ya no buscamos reconocimiento y renunciamos al
nombre y a la fama. Aunque el sacrificio y la renunciación se demuestran en la
vida diaria, no hay sentimiento asociado con tales actos porque se ha vuelto
natural el ser así, aunque un espectador pudiera pensar que se trata de un
sacrificio consciente. Con determinación, anda por su camino, el camino de la
Cruz Fija. Para él, Escorpio se convierte en el signo de la disciplina y le
pone en contacto con las energías de Urano. Las dificultades familiares, con su
vocación, su salud, o su nombre le ponen en continua revolución y convulsión.
Su poder de permanencia es probado una y otra vez en sus crisis interiores. A
través de las energías de Urano, el poder escorpiónico de la voluntad de su
personalidad se transforma y se ajusta a su voluntad espiritual de manera que
el hombre se prepare para las energías de Acuario de la Nueva Era. El Fénix es
el prototipo de la transformación alquimista: cuando el ave mística se quema en
el fuego de la tierra ardiente, se levanta de sus propias cenizas hacia una
nueva vida. Esto se describe también como el águila venciendo la bajeza de la
serpiente.
Al alinear nuestras mentes y nuestras voluntades con estas grandes fuerzas cósmicas y nuestros seres internos, volaremos inmediatamente hasta esos lugares en donde las magnas concentraciones de energía, permiten, que el planeta siga evolucionando armónicamente dentro del concierto universal.
“Una
apreciación de los pensamientos mencionados debería dar al aspirante cierta
comprensión del valor de su trabajo de meditación, en tanto que la idea de la
respuesta cíclica al impulso del alma, se halla detrás de las actividades de
la meditación matutina, del recogimiento del mediodía y de la recapitulación
vespertina. En los dos aspectos de la Luna Nueva y la Luna Llena, tenemos un
mayor flujo y reflujo. Tengan esto presente” –Alice A. Bailey.
Las meditaciones de grupo tienen mucha importancia desde el ángulo esotérico, pues constituyen invocaciones para atraer energías procedentes de la Gran Fraternidad Blanca del planeta y, al propio tiempo, convertirnos en canales distribuidores de la energía de las constelaciones. Cada alineación, el Centro Escuela CLARIDAD comparte una meditación especial, para todos aquellos que deseen unirse en corazón y espíritu para expandir y traer luz positiva entre todos los seres humanos, en unidad con todos los reinos del universo y todos los elementos y todas las fuerzas.
Extracto De Meditación Luna Nueva de Escorpio
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