lunes, 9 de junio de 2014

Pareja



La pasión no es sino un preludio a
Años de gradual despliegue. 

Algunas personas se emparejan de por vida. Tal vez sus aventuras amorosas comienzan con encaprichamiento, pasión y erotismo. Eventualmente eso da paso a un compañerismo más estable. No todas las parejas pasan intactas este período de transición, sino aquellas que encuentran un nuevo modo de relacionarse el uno con el otro. Amantes devotos encuentran que se pueden aceptar los defectos menores. A su vez, encuentran aceptación a pesar de sus propios defectos e inseguridades inherentes. 

El amor maduro es paciente, desinteresado, generoso y amable. El amante se vuelve más importante que el yo. En el amor, encontramos trascendencia y una unidad que nos es inalcanzable estando solos. 

Muchos sabios hablan en contra del amor romántico. ¿Podrá ser que no lo han sentido nunca o que hayan sido amargamente decepcionados? Los individuos deberían conocerse bien a si mismos. Si están hechos para el amor, lo sabrán. 

En última instancia, el otro es divino y la divinidad habita en el otro. A través del amor, uno puede conocer la belleza de la unidad y la totalidad. Sin lo femenino, el elemento masculino es estático y estéril. Sin el elemento masculino, lo femenino es potencial ilimitado sin un catalizador. A través de la unificación, encontramos altruismo, pureza y divinidad. 
365 Tao #325, Pareja

Abrazos fraternales en la luz del amor


No hay comentarios.: