Relajación, visualización, meditación: parecen lo mismo, pero no lo son. Suelen confundirse, especialmente en el contexto de una conversación. O usarse indistintamente. Aunque todas son prácticas muy recomendables, no son la misma cosa. Tampoco tienen necesariamente que ver con prácticas esotéricas o religiosas como algunos quisieran hacernos a creer. Son poderosas herramientas que puedes utilizar en tu búsqueda de la salud y la vitalidad, y en el logro de proyectos.
La meditación es el método para familiarizar la mente con la virtud. Es una conciencia mental que analiza un objeto virtuoso o se concentra en él. Un objeto virtuoso es aquél que nos induce a manifestar una mente apacible cuando lo analizamos o nos concentramos en él. Si contemplamos un objeto y como consecuencia de ello surge una mente agitada, por ejemplo, por el odio o el apego, ésta es una indicación de que ese objeto no es virtuoso.
Si nos adiestramos en la meditación con regularidad, llegará un día en que seremos capaces de erradicar las perturbaciones mentales, que son las causas de todos nuestros problemas y sufrimientos. De este modo disfrutaremos de la paz interna permanente, conocida como «la liberación» o «el Samadhi o plena union con Dios». A partir de entonces, día y noche, durante nuestra vida, sólo experimentaremos paz y felicidad.
Si preguntas a cualquier persona que practique con regularidad cualquiera de estas técnicas, seguramente te dirá que en su vida existe un antes y un después: un "antes" de aprender y practicar su técnica, y un "después" de llevar practicándola . Actúan prácticamente como antioxidante para la mente.
"Ponen" donde falta, "quitan" donde sobra y "engrasan" los mecanismos de tal forma que con tiempo y constancia, el conjunto de lo que somos, empieza a funcionar cada vez más armónicamente.
¿Qué tienen estas técnicas para conseguir semejantes logros? Encontrarás explicaciones variadas:unas más espirituales que otras, pero la esencia es que nos permiten establecer un paréntesis en nuestro trajinar diario, un espacio en el que las reglas de juego son diferentes y las establecemos nosotros, un momento que dedicamos a trabajar con nuestra parte menos física, pero que dirige no solo nuestro físico, sino cada una de nuestras acciones: la mente.
Una sesión de meditación empieza por relajar el cuerpo y la mente. A veces puede incluir algún tipo de visualización preparatoria, pero meditar no es sólo relajarse o visualizar. Aquí no hay solo "descanso", ni sólo imágenes placenteras.
La meditación busca, con diferentes "métodos": Que aprendas a enfocar tu atención en algo que tú decidas de antemano (sea un punto, un objeto, un sonido, una actividad como respirar, una idea, una cualidad, etc.),
Que aprendas a hacerlo como un observador neutral, sin involucrarte con las emociones que se puedan producir en cada momento, y
Que mientras te concentras en hacerlo, la parte no-conciente de tu mente, libre de perturbaciones, "haga su trabajo".
Te darás cuenta, rápidamente el "milagroso" poder que supone aprender a centrar la mente en lo que desees y a mantener bajo control tus emociones ... Sólo por esto, vale la pena ponerse a meditar lo antes posible. Pero hay más.
Entretener la mente en un objeto aunque más no sea unos pocos segundos, permite crear un espacio de silencio y de orden en el que todo nuestro ser puede realinearse según su estructura natural y funcionar sin condicionantes externos, sin interferencias. Y aquí es donde ocurre lo verdaderamente especial, lo "milagroso". En ese espacio, las cosas vuelven poco a poco a su sitio y a su modo correcto de ser y hacer. Y te cambian la vida: crean ese antes y ese después del que tantas personas hablamos. Un buen día, te das cuenta que ya no eres tan impaciente, ni irascible, ni expectante, ni gruñoña ni ... ¿Coincidencia? Definitivamente, no. No es que hayas quitado, es que has puesto: más paciencia, más compasión, más serenidad ... Entonces comienzas a ver en tu vida que las "coincidencias" se manifiestan en forma constante, ves la sincronicidad como un acontecimiento natural y sabes que esas sincronicidades se presentan en tu vida "por algo". Sabes "escuchar" tu voz interna, esa que te aconseja cual es la ruta a seguir, definitivamente dejas de andar por la vida a ciegas para seguir los consejos de tu guía interior que nunca se equivoca; y podría seguir y seguir enumerando las ventajas de la meditación; pero definitivamente y más que muchas cosas en la vida, solo podrás experimentarla tu mismo.
Inténtalo y cambia definitivamente tu vida, hacia el éxito, pero fundamentalmente hacia LA PAZ.
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