Desde la
perspectiva de la infelicidad de que los hechos de la vida no se presentan como
nosotros deseáramos parece ser un verdadero castigo en vez de entenderlos como
lo que realmente son: oportunidades, retos o instancias que la vida nos plantea
para continuar con nuestra maduración y evolución personal.
Por lo tanto, en
mis terapias propongo que el primer paso sea comprender la historia de cada uno
y ver en que formas o áreas de expresión personal fuimos lastimados. . Con el
autoconocimiento profundo que da explorar la raíz de las dificultades,
tendremos cimientos más sólidos para vínculos y relaciones más autenticas,
sanas y fructíferas. Solo se requiere un intenso deseo por descubrir el origen
de nuestro dolor, derribando las defensas del miedo que nos inspira la revisión
personal. Con una plena convicción de que es un proceso que vale la pena
encarar y superar para alcanzar una vida realmente feliz.
Este sería el
primer paso esencial hacia la felicidad., pero muchos han vivido casos de
conflictos y dolor tan grandes que optan por racionalizarlo, bien sea negando
su existencia o restándole importancia, evadiéndose y sumergiéndose en un
caudal de actividades frenéticas y compulsivas. Esto es en realidad muestras
del miedo al dolor, cuando es precisamente el dolor el que habla, cuando se
manifiesta la renuncia a investigarlo y trabajarlo activa y comprometidamente.
Adicionalmente, el
ruido mental con que nos saturamos en la vorágine de la vida moderna fomenta
más la desconexión de los sentimientos y las circunstancias que crearon las
bases de las dificultades actuales.
Sin embargo,
sobrellevar una vida rutinaria y sin revisión personal tiene un precio: en
muchos casos la infelicidad dura mucho tiempo del que deseamos en la vida. En
muchas circunstancias la verdadera tragedia es la negación a reconocer la
afectación, obstrucción y saboteo de la propia realización, y volverse cada vez
más temeroso de las decepciones y heridas.
Si evitamos dar un
primer paso y atrevernos a leer el dolor de nuestros corazones y a comprender
el mecanismo de nuestra mente, seremos incapaces de comprender y leer el
corazón y la mente de los demás. Dicho de otra manera, los otros y la vida
serán menos comprensibles en tanto sigamos siendo ciegos de nosotros mismos.
Nuestra vida
realmente fluye con naturalidad cuando adquirimos una serena y amplia claridad
de comprensión de la realidad, sin distorsiones, nunca cuando vivimos saltando
de una distracción a otra.
Un paso importante en
nuestra evolución es sin duda la revisión de cualquier lazo de convivencia del
tipo codependiente. El siguiente ejercicio es un proceso que realizo en
múltiples ocasiones de manera efectiva y practica al trabajar con procesos de
codependencia con mis pacientes.
1.- Identificación del otro: Piensa en
la persona con la cual te sientes codependiente o sobreinvolucrado.
2.- Identifica tu sobreconexion con el otro:
Imagina que esta persona está frente a ti. Observa su apariencia. Puedes
caminar a su alrededor, tocarlo para notar como lo sientes y percibir tus
sensaciones. Presta especial atención a tus propias sensaciones respecto a cómo
es para ti estar excesivamente conectado con esta persona. ¿Es como si
estuvieras adherido físicamente? Nota donde está la unión. ¿La sientes especialmente
en tu estomago… en tu pecho… o en cualquier otra parte de tu cuerpo? Permítete
tener una experiencia plena de la calidad de conexión. Revisa sinceramente
¿Cómo se ve y como se siente?
3.- Independencia
temporal: Rompe esta conexión por un momento. Si sientes mucha. Si sientes
mucha incomodidad en este momento normalmente esto es una señal de que esta
conexión ha servido para cubrir un objetivo importante. No es necesario que te
desconectes realmente por ahora.
4.- Descubre los objeticos positivos:
Pregúntate
a) ¿Qué cosa que
realmente deseo de la otra persóname dejaría satisfecho? (Algunas respuestas
típicas son “atenciones, cuidados, compañía, respecto”
b) ¿Qué cosa
positiva haría eso por mi? (Algunas respuestas
típicas son: “confianza, seguridad, protección, amor, sensación de ser
valioso”.
5.- Desarrollo del sí mismo ideal: Oriéntate
visualmente hacia un costado y crea una imagen tuya habiendo evolucionado más allá
de tu nivel actual. Observa al tu ideal que ya ha resuelto tus asuntos de
ahora, el tu que puede darte lo que realmente quieres (las cosas positivas que
identificaste en el paso 4). Si no lo puedes ver, puedes “sentir”, como una
especie de calor o luminosidad en torno a ti.
6.- Transforma la relación con el otro en
una conexión contigo mismo: Vuelve a observar al otro. Ve y siente la
conexión con esta otra persona e inmediatamente reconéctate con tu “yo ideal”
en la misma forma en que te habías estado conectado con la otra persona.
Disfruta las sensaciones de ser independiente y de disfrutar de alguien con
alguien que siempre podrás contar: contigo mismo. Agradece a ese tu por estar
aquí para ti. Disfruta de recibir de ti mismo lo que habías deseado de la otra
persona. Este es el tu que puedes avanzar contigo en el futuro para comprobar
las cosas por ti y procurar que estés a salvo.
7.- Respeta al otro: Voltea a ver al
otro y observa la conexión. Comprende que la otra persona también tiene la
opción de reconectarse consigo mismo para estar con su “yo ideal” en una mayor
posición y con un mayor sentido de sí misma. Nota esta nueva forma, más plena,
en que puedes estar con esta otra persona.
8.- Intégrate a tu conexión con tu “yo
ideal”: Vuelve a mirar a tu “yo ideal”
con el cual estas conectado ahora. Haz como si entrases en el. Siente
como es positivo y dadivoso contigo mismo. Llevándote todo este sentimiento de
positivismo, regresa e intégrate al tu del presente.
9.- Ajuste a futuro: Imagínate
relacionante con otra persona en el futuro sobre esta base mas solida. Imagina como
te notas en el futuro teniendo de compañero a tu “yo ideal” resolviendo
diferentes situaciones.
Deseo que este compartir
sea de verdadero apoyo en tu proceso personal. Si deseas compartir tus
comentarios o hacer consultas te invito a
ponerte en contacto.
Abrazos fraternales
en la luz del amor
Daniel Miccael Sais © 2013
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