jueves, 12 de junio de 2008

Hable de sus sentimientos

Las emociones y sentimientos que están escondidos y reprimidos, terminan en enfermedades como: gastritis, úlcera, dolores lumbares, dolor en la columna.
Con el tiempo, la represión de los sentimientos degenera hasta el cáncer. Entonces, vamos a sincerar, compartir nuestra intimidad, nuestros secretos, y nuestros errores.

El diálogo, el hablar, la palabra, es un poderoso remedio y una excelente terapia.

Si no se quiere enfermar, tome decisiones.
La persona indecisa permanece en duda, en la ansiedad, en la angustia.
La indecisión acumula problemas, preocupaciones, agresiones. La historia humana está hecha de decisiones.
Para decidir es preciso saber renunciar, saber perder ventajas y valores para ganar otros. Las personas indecisas son víctimas de dolencias nerviosas, gástricas y problemas de la piel.

Si no se quiere enfermar, busque soluciones.
Las personas negativas no consiguen soluciones y aumentan los problemas. Prefieren la lamentación, la murmuración, y el pesimismo.
Es mejor encender un fósforo que lamentar la oscuridad. Una abeja es pequeña, pero produce lo más dulce que existe.
Somos lo que pensamos.
El pensamiento negativo genera energía negativa que se transforma en enfermedad.

Si no se quiere enfermar, no viva de apariencias.
Quien esconde la realidad, finge, hace poses, quiere siempre dar la impresión de estar bien, quiere mostrarse perfecto, bonachón, etc., pero está acumulando toneladas de peso.
Una estatua de bronce con pies de barro. Nada peor para la salud que vivir de apariencias y fachadas. Son personas con mucho barniz y poca raíz. Su destino es la farmacia, el hospital, y el dolor.

Si no se quiere enfermar, acéptese.
El rechazo de sí mismo, la ausencia de autoestima, hace que nos volvamos ajenos de nosotros mismos. Ser uno mismo es el núcleo de una vida saludable.
Quienes no se aceptan a sí mismos, son envidiosos, celosos, imitadores, competitivos, destructivos. Aceptarse, aceptar ser aceptado, aceptar las críticas, es sabiduría, buen sentido y terapia.

Si no se quiere enfermar, confíe.
Quien no confía, no se comunica, no se abre, no se relaciona, no crea relaciones estables y profundas, no sabe hacer amistades verdaderas. La desconfianza es falta de fe en sí, en los otros y en Dios.

Si no se quiere enfermar, no viva siempre triste.
El buen humor, la risa, el reposo, la alegría, recuperan la salud y traen larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el ambiente donde vive. “El buen humor nos salva de las manos del doctor”.
La alegría es salud y terapia.
(desconozco el autor)

Reflexión:

Visto que nuestra salud física depende de nuestros estados internos, es importante estar siempre atentos a nuestros sentimientos y los estados de ánimo que originan en nosotros y procurar compartirlos... Tomemos decisiones, busquemos soluciones, desechemos los pensamientos negativos, olvidemos las apariencias que tanto nos presionan, aceptémonos tal cual somos,tratando siempre de mejorar, claro.Confiemos en nosotros, en los demás y en Dios y basados en esta confianza vivamos alegres e irradiemos alegría, manifestemos la Vida divina en nosotros, expresando salud, vitalidad y energía. Dejemos fluir nuestro sentir y así cuidamos nuestro cuerpo-templo. Recordemos que cuidando nuestro cuerpo expresamos el amor que sentimos por la vida y agradecemos la oportunidad de estar aquí .Hablar de lo que sentimos es una manera de hacerlo...

No hay comentarios.: