domingo, 20 de diciembre de 2009

Tú pagas por todo en la vida, ¿por qué no por tu meditación?

“Estás listo para ir al cine y pagar por ello; ¿por qué no pagar por tu meditación y el discurso sí quieres escucharlo?

Te preguntas ¿por qué debes pagar aquí?. El precio que se cobra es nada, es sólo el comienzo del aprendizaje de una lección: que uno debe pagar por todo y, CIERTAMENTE, por la meditación, porque es lo más alto en la vida.

Tú pagas por todo en la vida, ¿por qué no por tu meditación?

La libertad viene sólo a partir de la responsabilidad y tal responsabilidad es aquella de pagar.

Tal vez una condición cristiana hace pensar a las personas que cualquier cosa que sea “espiritual” debe ser gratis. Es la mente que otorga un valor a que todo lo que es espiritual es gratis.

La verdadera religión surge de la riqueza. Cuando eres rico externamente, te haces consciente de tu pobreza interior.



El hombre en Occidente ha triunfado al conseguir toda la riqueza que la humanidad ha estado anhelando desde hace siglos. Occidente ha triunfado materialmente haciéndose rico, pero ahora está aburrido y cansado. El viaje le ha arrebatado todo su espíritu. El viaje ha terminado con el hombre occidental. En el exterior dispone de todo lo que desea, pero ha perdido todo contacto con el interior. Todo lo que necesita está a su disposición, pero el hombre mismo ya no está ahí. Ahí están las posesiones, pero el Maestro ha desaparecido; se ha producido un gran desequilibrio. La riqueza está a su alcance, pero el hombre no se siente rico en absoluto; muy al contrario, el hombre se siente empobrecido, muy pobre.

Entonces se produce la paradoja: cuando eres rico externamente, sólo entonces, por contraste, te haces consciente de tu pobreza interior: "Todo lo que nos propusimos, lo conseguimos -todas las fantasías y deseos se han cumplido- y no nos han proporcionado nada, ni satisfacción interna ni felicidad." Cuando eres pobre exteriormente, no te haces consciente de tu pobreza interior, porque no hay contraste. Y hace falta contraste.

Occidente está desconcertado. De esta situación está surgiendo un gran deseo: cómo volver a entrar en contacto con uno mismo. La meditación es volver a plantar tus raíces en tu mundo interno, en tu interioridad. Por eso, Occidente se está interesando cada vez más y más en la meditación.

Oriente también estuvo muy interesado en la meditación cuando era rico. Por esta razón no estoy en contra de la riqueza, ni veo que, en sí misma, la pobreza tenga ningún fondo espiritual. Estoy totalmente en contra de la pobreza, porque si un país se empobrece, pierde todo su contacto con la meditación, con todo su trabajo espiritual. Siempre que un país se empobrece pierde su conciencia de pobreza interna.

Por eso en los rostros indios puedes ver una cierta sensación de satisfacción que no se encuentra en occidente. No es una satisfacción consciente, es sólo la falta de conciencia de su pobreza interna. Los indios piensan: "Fíjate en la ansiedad y la angustia del hombre occidental. Aunque nosotros somos pobres, por dentro estamos contentos". Esto es una falacia, no están contentos. Me he fijado en miles de personas, y no están contentos. Pero si es cierto que tampoco son conscientes de su descontento, para ser conscientes de ello hace falta contraste; riqueza externa. Sin las riquezas exteriores nadie se hace consciente de su empobrecimiento interno. Hay suficientes pruebas de ello.
Todos los avatares hindúes eran reyes o hijos de reyes. Todos los trithankaras y Maestros jainistas eran reyes; igual que lo era Buda. Tres grandes tradiciones de la India lo prueban sobradamente.

¿Por qué Buda se sintió descontento?, ¿por qué empezó a buscar meditación? Porque era rico. Vivía en la abundancia, con todas las comodidades y artilugios materiales. De repente se hizo consciente de que tenía un agujero negro. La luz está en el exterior, por eso te enseña tu propia oscuridad interna. Y eso fue lo que sucedió. Escapó del palacio. Lo mismo le ocurrió a Mahavira; también escapó de un palacio. No se trataba de un mendigo, no. En la época de Buda también había mendigos. De hecho, la historia es que Buda renunció al mundo cuando vio por primera vez un mendigo, un anciano, un cadáver y un sanyasin.

Me preguntas: ¿No eres tú el gurú de los ricos?. Lo soy, porque sólo un hombre rico puede venir a mí. Pero cuando digo un hombre rico me estoy refiriendo a uno que es muy pobre por dentro. Cuando digo un hombre rico me estoy refiriendo a alguien que es rico en inteligencia; a alguien que tiene todo lo que el mundo le puede dar y, aún así, se ha dado cuenta de que no sirve de nada.



Sí, sólo una persona rica puede volverse religiosa. No estoy diciendo que una persona pobre no pueda, pero es raro, excepcional. El pobre sigue esperando. El pobre no ha conocido la riqueza, todavía no se ha frustrado. ¿Cómo puede ir más allá de la riqueza si todavía no está frustrado? A veces viene a mí un hombre pobre, pero viene buscando algo que yo no le puedo dar. Quiere éxito. Su hijo no encuentra trabajo, su mujer está enferma o él está perdiendo dinero en su negocio. Éstos son los síntomas de un hombre pobre, alguien que está pidiendo cosas de este mundo.

Cuando viene una persona rica, con dinero, con empleo, con una casa, con salud, con todo lo que uno puede tener. Pero, de repente, se ha dado cuenta de que nada le satisface. Entonces comienza a buscar a Dios. También, a veces, puede ser religioso un hombre pobre, pero para eso se necesita tener mucha inteligencia. Si un hombre rico no es religioso, es estúpido. Si un hombre pobre es religioso, es tremendamente inteligente. Si un hombre pobre no es religioso, hay que perdonarlo. Si un hombre rico no es religioso, su pecado es imperdonable.

Cuando la India era rica todo el mundo estaba interesado en la meditación. Estaban destinados a pensar en la luna, en el más allá, en lo interno. Ahora el país es tan pobre que ya no existe un contraste entre lo interno y lo externo, ¡ambos son pobres!; existe una perfecta armonía. Y por eso la gente se ha acostumbrado a pensar que la pobreza tiene algo de espiritual. En India se rinde culto a la pobreza. Y yo no estoy a favor de ningún tipo de pobreza. La pobreza no es espiritual, sino la causa de la desaparición de la espiritualidad. Por eso soy tan criticado en mi país.

Me gustaría que todo el mundo se volviera tan próspero como fuera posible, cuanto más próspera sea la gente, más espirituales se volverán. Tendrán que hacerlo, no podrán evitarlo. Y sólo entonces surgirá la verdadera satisfacción. Cuando puedes crear riqueza externa, y llega un momento en que vuelve a ver armonía -la riqueza externa se encuentra con la riqueza interna-, se produce una satisfacción real. Cuando la pobreza externa se encuentra con la pobreza interna, la satisfacción es falsa.

Soy el gurú del hombre rico. Es absolutamente cierto. Si no hubiera sido por tu dinero, no habrías estado aquí. Estás aquí porque estás frustrado con tu dinero. Estás aquí porque estás frustrado con tu éxito. Estás aquí porque estás frustrado con tu vida. Un mendigo no puede venir porque todavía no está frustrado.

La religión es un lujo. Lo llamo el lujo supremo, porque es el valor más alto. Cuando un hombre tiene hambre no se preocupa por la música; no puede. Y si te pones a tocar el sitar delante de él, te matará. Te dirá: "Me estás insultando. Tengo hambre y te pones a tocar el sitar; ¿es este momento de tocar el sitar? ¡Dame de comer primero!, estoy tan hambriento que no puedo entender la música."


Cuando un hombre está satisfecho con su cuerpo, tiene bastante para comer, tiene una buena casa para vivir, entonces empieza a interesarse por la música y la poesía y la pintura y el arte. Entonces hace aparición otro tipo de hambre. Surge el deseo de meditar, el deseo de rezar, un hambre de Dios, un hambre de la verdad porque ahora sabes que hasta que no conozcas el secreto más profundo de esta existencia nada te podrá satisfacer. Has intentado todo lo demás y ha fracasado."

Occidente se está interesando por la meditación inevitablemente. Por eso, el cristianismo está perdiendo fuerza sobre la mente occidental, porque el cristianismo no ha desarrollado en absoluto la ciencia de la meditación. Se ha quedado en una religión mediocre; igual que el judaísmo.

Occidente era pobre cuando nacieron estas dos religiones, esa es la razón. Hasta ahora Occidente había vivido en la pobreza. Cuando Oriente era rico. El judaísmo, el cristianismo y el islam, las tres son religiones no hinduistas y nacieron en la pobreza. No pudieron desarrollar técnicas de meditación, no hacía falta. Se han quedado en religiones para pobres. Ahora Occidente se ha enriquecido y existe una disparidad. Al rico le parecen religiones infantiles y no le satisfacen. Las religiones orientales nacieron en la riqueza, por eso ahora la mente occidental se está interesando más por las religiones orientales. Sí, la religión de Buda está teniendo un gran impacto; el zen se extiende como la pólvora. ¿Por qué?. Nacieron en la riqueza.

Hay una enorme similitud entre la psicología del hombre contemporáneo y la psicología del budismo. Occidente se encuentra en el mismo estado en el que estaba Buda cuando se interesó por la meditación. Era la búsqueda de un hombre rico. Y sucede lo mismo con el hinduismo y con el jainismo, tres grandes religiones nacidas de la prosperidad.

Oriente, sin embargo, está perdiendo contacto con sus propias religiones. La India no se puede permitir entender a Buda siendo un país tan pobre. De hecho, los pobres indios se están convirtiendo al cristianismo. Estas religiones tienen un cierto atractivo para los pobres. Pero no van a tener futuro, porque antes o después todo el mundo va a ser rico.

No alabo la pobreza, no tengo ningún respeto por la pobreza. Al hombre hay que ofrecerle los dos tipos de riqueza. ¿Por qué no los dos? La ciencia ha desarrollado la tecnología para hacerte rico externamente. La religión ha desarrollado la tecnología para hacerte rico internamente: esto es el yoga, el tantra, el taoismo, el sufismo... Estas son las tecnologías de lo interno.”
OSHO

Texto extraído de
http://www.silencioinfinito.org

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