En el Presente convivimos en una sociedad en la que las personas culpan a todos, desde sus padres hasta el gobierno por su incapacidad de salir adelante, el asumir una actitud de víctima es un craso error y la salida más fácil, un líder exitoso rehúsa asumir cualquier actitud de víctima que exista, y por el contrario asume su responsabilidad por lo que ocurre en su propia vida afirmando "Todo mi futuro, todo mi éxito esta inherente a mí, depende de mí alcanzarlo, por tanto, lo conquistaré".
Si hasta ahora hemos vivido nuestras vidas según la opinión que otros tienen de nosotros, es importante recordar que la opinión de otro no tiene porque convertirse en nuestra realidad, debemos asumir la responsabilidad de que nada externo tenga más control sobre nuestras vidas que nosotros mismos, al asumir nuestra responsabilidad, empezamos a forjar nuestra realidad día a día mediante nuestras decisiones conscientes, ejecutadas por medio de nuestra voluntad alquimista.
Siguiendo con las reflexiones de las siete leyes espirituales del éxito voy a explicarles hoy cómo funciona La Ley del Menor Esfuerzo. Es la favorita de muchos pero a veces es la que más cuesta porque estamos acostumbrados a hacerlo todo con el mayor esfuerzo y dedicación posibles. Sin embargo, los pájaros no tratan de volar, sencillamente vuelan; los delfines no tratan de nadar, sencillamente nadan; las estrellas no intentan brillar, sencillamente brillan. Sólo los humanos tratamos e intentamos de hacer las cosas. El universo no funciona de esta manera y como todos formamos parte del universo tenemos que empezar a reenfocar nuestros lentes del condicionamiento anterior para vivir en sintonía con el universo.
Hay muchas creencias que van en contra de esta “ley del menor esfuerzo”. Hay muchos refranes donde queda evidenciado “el que quiere llegar a la cima que suba y suba", "ganarás el dinero para tu sustento con el sudor de tu frente", “el que quiere besar busca la boca”, etc. La ley del menor esfuerzo se practica a través de la aceptación, aceptar lo que nos ocurre en el momento presente y se activa a través de no defender nuestro punto de vista, no querer siempre tener la razón y observar mucho cómo funciona la naturaleza.
Les voy a poner un ejemplo: imaginen que están el en banco haciendo fila por dos horas y justo antes de llegar al meson se va la luz, ustedes empiezan a protestar, a renegar y a reprochar el mal servicio del banco; empezamos a gastar nuestra energía renegando de un suceso que ya pasó y que no aceptamos, porque de lo contrario nos retiraríamos y utilizaríamos nuestra energía en busca de una solución. Si tomamos atención consciente de los sucesos y acontecimientos diarios y los aceptamos, lacónicamente surgirán soluciones debido a que nuestra energía fluye en sintonía con el universo. Les aconsejo que se acostumbren a tomar las situaciones imprevistas del día como oportunidades para practicar la aceptación en su presente. Durante el día en muchas ocasiones gastamos energía defendiendo nuestro punto de vista, sin racionalizar que cada persona tiene el libre arbitrio de decidir qué quiere hacer con su vida y ser dueño de sus pensamientos. Gastamos nuestra energía discutiendo y peleando sobre temas políticos y religiosos, sin atisbar, que en ese juego de discusiones perdemos energía que nos seria útil en la atención a nuestro presente y en enfocar nuestras intenciones en el futuro.Recuerde que nuestro tiempo físico es finito, las personas exitosas saben esto y lo utilizan a su favor como un estímulo para perseguir sus metas con mayor fervor, pasión y dedicación, recuerde que usted también puede comenzar a hacerlo a partir de este mismo momento.
Practique durante esta semana la aceptación. Acepte las situaciones, las cosas y las personas como son. Luego, le invito a practicar la indefensión; renuncie por un tiempo determinado a defender su punto de vista y ábrase a escuchar y a entender los modos de pensar de las personas con quienes se relaciona. Luego observe diariamente cómo funciona el universo, cómo los pájaros cantan sin pedir permiso, cómo amanece día tras día, cómo el sol brilla y nos ilumina sin esfuerzo; de esa misma manera y sin pedirle permiso a nadie, tienen la capacidad de ser felices y exitosos. Empiece a crear su propio destino, tome su tiempo para crear su Mapa del Tesoro o Esquema del Éxito. Inicien el recorrido para lograr patentizar sus metas personales, porque la felicidad y el éxito son una conquista y no una cuestión de azar. Sea desde este instante mágico el arquitecto de su destino, otórguese el regalo de empezar a disfrutar su éxito. Empiece ya, porque hoy es el mejor día de su vida y es el hijo predilecto del Creador. Decida poner en practica La Ley del Menor Esfuerzo y espere tener una semana exitosa y la tendrá. Porque, como es su deseo es su voluntad, de acuerdo a su voluntad son sus ganas para perseverar contra viento y marea para ser feliz.
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Daniel Miccael Sais
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