lunes, 30 de octubre de 2006

EL CUARZO ROSA

CUARZO ROSA
 
El Cuarzo Rosa es la "piedra angular" del chakra del corazón. Su energía es esencial para la realización personal y la paz interior. El suave y apacible matiz rosado del Cuarzo Rosa cicatriza todas las heridas del corazón. Es muy beneficioso para personas que desgraciadamente no hayan experimentado la alegría de vivir por falta de amor; para las personas que no conocen la verdadera esencia del amor, y son por tanto incapaces de acceder a los reinos internos del corazón. Siendo un miembro destacado de la familia del Cuarzo, el Cuarzo Rosa ha heredado intensidad dinámica y poder curativo. Además, emite una serena vibración de suave color rosa.
Ocurre demasiado a menudo que los niños no reciban el amor y afecto indispensables para desarrollar una imagen positiva de sí mismos. Cuando no quedan satisfechas las necesidades emocionales básicas, el subconsciente del niño sacará la conclusión de que no ha hecho méritos para el amor; por tanto, no sabrá amarse a sí mismo, ni podrá compartir amor con nadie. Los niños que padecen este tipo de bloqueo crecen y se desenvuelven en la vida adoptando comportamientos que perpetúan su sentimiento de soledad e inutilidad. No estando a gusto consigo mismo, resulta sumamente difícil atraer hacia sí circunstancias positivas y mantener relaciones con los demás. Desafortunadamente, cuando de niño no se recibió amor, el adulto tampoco sabrá comunicado a sus niños; es un circulo vicioso que no tiene fin.
Si no se borran las huellas del "desamor", queda poco espacio para la felicidad y la paz. El Cuarzo Rosa es un excelente remedio para curar estas heridas endógenas. Enseña a olvidar y programar el corazón para que uno aprenda a amarse a sí mismo. El Cuarzo Rosa sugiere que la fuente de amor está en uno mismo, y que todas las heridas, grandes y pequeñas, pueden cicatrizar. El Cuarzo Rosa, además de sanar el corazón, comunica también que todas las experiencias negativas de la infancia son lecciones para aprender a amar y sembrar amor en uno mismo.
El Cuarzo Rosa penetra suavemente en las moradas internas del chakra del corazón, donde quedan registradas y almacenadas todas las experiencias emocionales. Cuando el Cuarzo Rosa distingue algún trauma, lo analiza, y a continuación comienza a disolver las cargas acumuladas que entorpecen la capacidad de dar y recibir amor. El Cuarzo Rosa, es algo así como un sabio que desentraña todos los enigmas y sana con una simple mirada. Cuando el alma siente la energía del Cuarzo Rosa, suspira aliviada, pues intuye que al fin ha llegado el momento de la curación. La esencia divina del Cuarzo Rosa infunde energía al chakra del corazón, aportando consuelo y fuerza. Cuando se siente la presencia del amor, las penas, el miedo y el resentimiento que obstaculizaban el fluir amoroso ceden ante la honda sensación de una posible realización personal. Y así se van cimentando la satisfacción y la paz interior.
Estas terapias por el Cuarzo Rosa pueden requerir meses e incluso años según la amplitud de la dolencia y la voluntad invertida en volver a programar el corazón. A medida que el proceso avanza, vuelves a vivir muchas de las experiencias olvidadas que originaron el desequilibrio emocional. Permite a las lágrimas que salgan, sin dejar por ello de participar en la liberación de emociones reprimidas. Son momentos en que uno se vuelve vulnerable; conviene por tanto llevar consigo una piedra de Cuarzo Rosa o llevar puesta una joya de este mineral. Es un período en que gran parte de tus energías se interiorizarán dedicándose al proceso terapéutico. Procura organizar te una circunstancia apacible, tratando con gente comprensiva, al tanto de tu crisis y del proceso terapéutico que has iniciado. Es el momento ideal para practicar el poder de la afirmación, convenciéndote de lo mucho que te amas. Mírate' en un espejo, presentándote desnudo ante él, y confiesa lo guapo que eres. Mírate a los ojos y formula tu agradecimiento por todas las experiencias vividas hasta la fecha. Vuelve a programarte a medida que vayas oyendo todo lo que tenías que decirte a ti mismo; descúbrete los secretos más recónditos. Rellena, conscientemente, todos los espacios vacíos y aprende a confiar en tus posibilidades, ya que pase lo que pase, siempre estarás tú para ayudarte. Este tipo de "amor propio" es la única garantía de seguridad. Todas las demás ataduras de la vida son cambiantes; sólo el yo, unido a sí mismo representa un refugio desde donde pueden irse ajustando y asimilando todos los cambios de la vida.
Si practicas la curación por los cristales en otras personas y deseas utilizar Cuarzo Rosa en el chakra del corazón, debes prepararte para percibir emociones, sentimientos oprimidos y recuerdos surgidos del olvido. En los días que sigue la terapia, no dudes en hablar con el paciente, incluso por teléfono, para animarle, escuchar y aconsejar, como si fueran horas extraordinarias exigidas por el Cuarzo Rosa. Cuando se emplea este mineral en terapias, conviene utilizar un mínimo de tres piedras. Coloca una de ellas directamente en la zona del chakra del corazón (en el centro del pecho entre ambos senos/tetillas), una debajo y otra por encima de la primera piedra. Si dispones de otras dos, colócalas a cada lado de la piedra central, dibujando así una cruz en medio del pecho. La Kunzita y la Turmalina Rosa son igualmente piedras para el chakra del corazón y pueden emplearse en colaboración con los poderes terapéuticos del Cuarzo Rosa. Para conseguir un mayor beneficio de la sesión, aplica un cristal de Amatista en la frente y un Citrino en el ombligo para equilibrar las energías mentales y físicas mientras el Cuarzo Rosa lleva a cabo la cirugía emocional sobre el corazón. No dejes de informar a la persona que tras la terapia por el Cristal de Cuarzo, probablemente se sienta supersensible, vulnerable y emotiva. Dile que se cuide más que de costumbre y no repare en darse gustos y en llevar una vida tranquila durante al menos 24 horas. El Cuarzo Rosa sirve también para aplicaciones corporales de equilibrado de los chakras, o a modo de piedra central durante la carga del chakra del corazón o en aplicaciones corporales generales.
La esencia del Cuarzo Rosa nutre y cura el corazón, y éste se convierte en un campo fértil donde crece el amor. El suave rayo rosa toca el alma abriendo paso al bienestar y dando a conocer el significado del amor. Sólo si aprendes previamente a darte amor podrás dar amor a los demás. Del amor que recibimos de los demás surgen dudas y desengaños, salvo si estamos realizados interiormente. Si el corazón se basta a sí mismo, el amor compartido será puro, sin cavilaciones. Cuando descubrimos el manantial inagotable del corazón, el mero hecho de entregarse repone el amor; compartir es la recompensa. Cuando aprendemos a amar de verdad, nuestra presencia se vuelve positiva para todos y todo nuestro ser irradia. El amor auténtico es el nivel supremo del chakra del corazón, Y el Cuarzo Rosa el mineral que permite este éxito personal.
Las formas posibles del Cuarzo Rosa son muy diversas. La piedra más apreciada, fácil de encontrar y barata es el Cuarzo Rosa pequeño y multiforme; es ideal en aplicaciones corporales gemoterapéuticas o para llevar en el bolsillo o en el bolso. Las piedras labradas suelen ser de mayor calidad y más caras. También son estupendas para las aplicaciones corporales y para su empleo en joyería, especialmente en combinación con el oro. En estos últimos años, se viene apreciando muchísimo en joyas Y se encuentran fácilmente collares con piedras de formas y diseños exclusivos. Los collares de Cuarzo Rosa son ideales para llevar contra el pecho: irradian así hacia el chakra del corazón, estimulando diversos puntos del mismo. Las drusas de Cuarzo Rosa son escasas, difíciles de encontrar, además de ser muy caras. Los Generadores de Cuarzo Rosa son aún menos frecuentes. Si consigues encontrar una drusa o un-Generador de Cuarzo Rosa (y comprártelo), se convertirá en una pieza esencial de tu colección y un componente de excepcional poder a la hora de emplearlo en curación por los cristales.

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