"... - Bien, Richard, somos imanes, ¿verdad? No, imanes no. Somos hierros, envueltos en alambres de cobre, y cada vez que queremos magnetizarnos podemos lograrlo. Hacemos fluir nuestro voltaje interior por el alambre y atraemos a quienes deseamos atraer. Al imán no le inquieta la técnica de su funcionamiento. Es él mismo, y por su naturaleza atrae algunos elementos y deja otros intactos.
Tomé una patata frita y lo miré con el entrecejo fruncido.
- Olvidaste un detalle. ¿Cómo lo hago?
- No haces nada. La ley cósmica, ¿recuerdas?
Los semejantes se atraen. Limítate a desplegar tu propia personalidad, serena y transparente y luminosa. Cuando irradiamos lo que somos, preguntándonos a cada instante si lo que hacemos es lo que deseamos hacer y haciéndolo sólo cuando la respuesta es afirmativa, nuestra actitud rechaza automáticamente a quienes nada tienen que aprender de lo que somos y atrae a quienes sí tienen algo que aprender, que son los mismos de quienes nosotros a la vez aprendemos" ...
(ILUSIONES. Richard Bach)
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