Cierto, todos pasamos por momentos en los que echaríamos todo por la borda sin pensarlo dos veces, momentos en que sentimos que todo nos supera y que la vida tiene muchos problemas mayores de los que somos capaces de afrontar. En medio de la tormenta y las crisis jamás razonaríamos que estos instantes de tanta agitación, turbulencia, oscuridad, ansiedad, frustración, rabia, miedo y dolor; muy bien podrían ser los dolores de un parto de una nueva oportunidad y forma de vida.
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