Facilitador, Coach y Terapeuta. Técnicas de Meditación y Relajación. Creador de Sudja Meditación. Diplomado en Mediación (Tec. de Resolución de Conflictos)
martes, 1 de agosto de 2006
EL PERFIL DE UNA PERSONA EVASIVA EN LAS RELACIONES DE PAREJA
El evasivo
El evasivo se siente incómodo a la hora de mantener relaciones íntimas o de amistad profunda. Le cuesta confiar en la gente y detesta la idea de depender de alguien, sea emocional o financieramente.
Los evasivos temen la proximidad, desconfían de los demás y no se sienten a gusto con la intimidad y la dependencia. Afirman que a menudo sus parejas desean más intimidad de la que ellos pueden darles. Se consideran personas que no se dan fácilmente a conocer. Piensan que el amor romántico rara vez perdura y que es raro encontrar a alguien de quien poder enamorarse. Para ellos es muy importante la independencia y la autosuficiencia. En los momentos de estrés, temor, etc., tienden a buscar menos apoyo de sus parejas cuanto mayor sea su nivel de estrés o ansiedad, al contrario de lo que sucede con los individuos seguros. A pesar de esto, pueden sentirse mejor cuando su pareja les da su apoyo. Del mismo modo, cuanto peor se sienta su pareja menos apoyo le darán. Sin embargo, aunque estas personas dan poco, piden poco y huyen de la intimidad, esto no quiere decir, necesariamente, que algunos de ellos no deseen las tres cosas. Simplemente se trata de estrategias defensivas debidas a que en el fondo esperan ser rechazados tarde o temprano.
Los evasivos tienen tendencia a alejar de su mente o minimizar cualquier cosa que tenga que ver con sus relaciones de pareja. Aparentan una gran capacidad para estar solos, que en realidad esconde una falsa autonomía defensiva porque, aunque buscan la soledad, no la disfrutan. La intimidad emocional, la comunicación de sentimientos personales, la expresión de emociones o el contacto físico les crea incomodidad y malestar. Tienden a las relaciones formales y distantes y pueden ser muy educados y amables, precisamente porque se controlan y no muestran enfado, ira o rabia. Les cuesta tanto manifestar sentimientos como presenciar manifestaciones ajenas. No soportan ver llorar o gritar a su pareja. Si encuentran razones para romper lo hacen de forma abrupta, de la noche a la mañana.
Si sufren contratiempos no revelan nada, no muestran ni aceptan su ira.
Un evasivo suele tener estructuras cognitivas rígidas. Esto es, que sus ideas no las mueve ni una tanqueta. No será muy receptivo a la información que las contradiga y, si toda la vida ha leído La Razón, no se le ocurrirá ni borracho echar un vistazo a El País (o viceversa), y ni mucho menos abrirse a que algún editorial altere sus concepciones o prejuicios. Un evasivo desconfía de los demás y no se siente a gusto con la intimidad y la dependencia. Evita el contacto físico, los besos y las caricias le molestan. Le cuesta trabajo mirar a los ojos y hablar sobre sus sentimientos. Afirma que su pareja constantemente le pide más cercanía de la que puede dar. El evasivo típico dice que su pareja es demasiado sensible o una exagerada y minimiza la importancia de sus reacciones o de sus manifestaciones emocionales. Por ejemplo, si un hombre evasivo llega muy tarde a una cita y se encuentra con que su novia, con razón, se ha cogido el cabreo del siglo porque ya no llegan al pase la película que ella llevaba toda la semana soñando con ver, el evasivo no se disculpará y acusará a su pareja de histérica. (Ya veréis que repito este ejemplo hasta la saciedad.) El evasivo es reservado, valora mucho la independencia y, en los momentos difíciles, de estrés o tensión, se aísla y no busca el apoyo de su pareja. El amante evasivo huye del compromiso no porque no lo desee, sino porque en el fondo le da pavor ser rechazado o abandonado. Esto no quiere decir que se quede soltero toda la vida, muchos se casan o viven con sus parejas, pero nunca se entregan del todo y, en vez de ello, construyen muros emocionales muy difícilmente salvables: se vuelcan en su trabajo, en alguna adicción o se mantienen siempre reservados y fríos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
6 comentarios:
soy evasiva qué hago?
Dejas un comentario como anonimo. Ni siquiera un email donde contactar ... me parece que si has leido, puedas reconocer las limitantes que te gobiernan, que te parece si comienzas a usar una nueva estrategia ... la contraria a la que llevas hasta ahora.
Hola Daniel,
mantengo una relación con un hombre evasivo. El ejemplo que relatas (el del cine) es la tónica de nuestras discusiones. La cuestión es: que puedo hacer para mejorar? Cómo puede actuar la pareja para que el desequilibrio emocional en la pareja no sea tan grande? Por mi parte intento que no me afecte, tomarme las cosas con sentido del humor y con cariño, pero al final pesa que nunca te den la razón y, además, te culpen a ti...Hay algo que se pueda hacer, además de cambiar de pareja??? Mil gracias.
Creo que este articulo puede apoyarte
http://miccaelsais.blogspot.com/2009/09/la-facultad-del-discernimiento.html
Hola, tengo una novia evasiva, nos estamo por casar y cuando más se aproxima la fecha mas distante se pone, no se como actuar ante esto, que me recomendas?
Publicar un comentario