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Beatriz Cardona Garza
Hace algún tiempo se comenzaron a investigar las ondas cerebrales, se
quería descubrir si el cerebro emitía diferentes frecuencias cuando la
persona se encontraba en diferentes estados de conciencia.
Así fue que se descubrieron cuatro estados mentales o niveles
cerebrales:
1. Nivel delta de 0.5 a 4 ciclos /segundo.
2. Nivel theta de 4.1 a 7 ciclos/segundo.
3. Nivel alfa de 7.1 a 14 ciclos/ segundo.
4. Nivel beta de 14.1 a 55 ciclos/segundo.
Cada uno asociado a un estado de conciencia diferente:
1. Nivel delta........sueño profundo.
2. Nivel theta........ensueños.
3. Nivel alfa..........trascendente.
4. Nivel beta.........vigilia.
"Aquel que conoce todo lo que ocurre en las condiciones de vigilia, de
sueño con ensueños y de sueño profundo; aquel que tiene siempre
conciencia de la presencia o ausencia de la mente y sus funciones; aquel que
es el soporte constante del sentimiento del yo: Eso es el atman (El
espíritu: La presencia divina en el ser humano).
(Sri Sankaracharya: Viveka Suda Mani 11.126).
NIVEL ALFA
En este nivel se acrecienta la conciencia, se piensa con mayor claridad
y entendimiento, al mismo tiempo que físicamente se está plenamente
relajado habiendo por lo tanto menos desgaste orgánico, si comparamos las
frecuencias cerebrales de los cuatro niveles veremos que la actividad
mental es mayor en alfa que en delta o theta pero menor que en el nivel
de vigilia de beta.
Mientras que en delta y theta la persona no está consciente
objetivamente, es decir su mente está funcionando sólo en la subjetividad, en ese
mundo interior de nuestros pensamientos-sentimientos, en el nivel beta
la mente se vuelve casi completamente hacia el mundo objetivo o
exterior, en alfa se encuentra en un punto intermedio, puede pensar sobre el
mundo externo y sus problemas buscando soluciones, o bien sumergirse en
la subjetividad para buscar en las profundidades del sí mismo la luz
necesaria para vivir mejor.
El nivel alfa de funcionamiento cerebral es el estado que permite la
comunión entre la mente consciente y la mente superior.
Con estos conocimientos tenemos la explicación de qué es lo que pasa a
nivel cerebral cuando un místico se contacta con lo divino, cuando
alguien recibe una inspiración iluminadora, cuando un artista concibe una
gran idea o un investigador científico o un filósofo logra recibir en un
fiat lux (hágase la luz) la respuesta a su más grande interrogante.
Alfa es la clave a nivel orgánico y psíquico para trascender la
naturaleza humana y alcanzar esos estados de conciencia de tipo superior que
nos elevan hacia los cielos.
En los estudios de la Alfagénica este nivel fue el primero que se
detectó en las investigaciones científicas efectuadas en meditadores de
muchos años. Por eso se le dio el nombre de la primera letra del alfabeto
griego, después se fueron revelando los otros estados cerebrales.
Al dormirse la persona pasa en forma normal de beta o estado de vigilia
al estado alfa pero es tan rápido el descenso que muy pronto entra en
theta y comienzan las ensoñaciones a presentarse en la mente, para
después entrar en el sueño profundo de delta.
Los meditadores en cambio bajan las frecuencias cerebrales de beta al
nivel alfa y ahí se quedan, es decir no se duermen, ni sueñan, se
controla la mente en un estado de concentración total que permite expandir la
conciencia y alcanzar el contacto con la mente superior.
En los conocimientos antiguos de la India se reconocían cuatro estados
mentales: El del sueño profundo, el de las ensoñaciones, el de vigilia
y un cuarto estado conocido como el estado trascendente. Hoy podemos
comprobar científicamente estas enseñanzas, y además sabemos que este
estado tan especial y tan apreciado por los meditadores de antaño, es
natural y podemos aprender a producirlo a voluntad con paciencia y
perseverancia.
El nivel alfa o estado trascendente de conciencia se le conocía además
como el estado del ser despierto, porque se pensaba que el estado de
vigilia de la mayoría de los seres humanos es incompleto, e
insatisfactorio, por eso buscaban en la soledad y el silencio la respuesta a las
interrogantes básicas: ¿Quién soy yo? y ¿Quién es Dios?
El estado de vigilia no daba las respuestas, y así surgieron infinidad
de buscadores en todas las épocas y lugares tratando de alcanzar la
verdad presentida más no comprendida plenamente. Y algunos le llamaron el
nirvana, el satori, el reino de los cielos, la iluminación, el
despertar, la unión mística, dependiendo de la época y de cada buscador
apasionado por encontrar la verdadera vida.
Ahora sabemos que dentro de nosotros mismos se encuentra un aspecto
mental que llamamos la mente superior, espiritual o cósmica, y que de ese
nivel es de donde recibimos las bendiciones divinas para el bien de
todos los seres. Y que para armonizarnos con esa mente superior
necesitamos relajarnos físicamente y ampliar nuestra mente a un estado de
trascendencia que corresponde al nivel alfa de frecuencia cerebral.
Del libro: EL SENDERO DE LA PAZ Y LA ARMONÍA INTERIOR.
www.librosenred.com/ld/roleal/
quería descubrir si el cerebro emitía diferentes frecuencias cuando la
persona se encontraba en diferentes estados de conciencia.
Así fue que se descubrieron cuatro estados mentales o niveles
cerebrales:
1. Nivel delta de 0.5 a 4 ciclos /segundo.
2. Nivel theta de 4.1 a 7 ciclos/segundo.
3. Nivel alfa de 7.1 a 14 ciclos/ segundo.
4. Nivel beta de 14.1 a 55 ciclos/segundo.
Cada uno asociado a un estado de conciencia diferente:
1. Nivel delta........sueño profundo.
2. Nivel theta........ensueños.
3. Nivel alfa..........trascendente.
4. Nivel beta.........vigilia.
"Aquel que conoce todo lo que ocurre en las condiciones de vigilia, de
sueño con ensueños y de sueño profundo; aquel que tiene siempre
conciencia de la presencia o ausencia de la mente y sus funciones; aquel que
es el soporte constante del sentimiento del yo: Eso es el atman (El
espíritu: La presencia divina en el ser humano).
(Sri Sankaracharya: Viveka Suda Mani 11.126).
NIVEL ALFA
En este nivel se acrecienta la conciencia, se piensa con mayor claridad
y entendimiento, al mismo tiempo que físicamente se está plenamente
relajado habiendo por lo tanto menos desgaste orgánico, si comparamos las
frecuencias cerebrales de los cuatro niveles veremos que la actividad
mental es mayor en alfa que en delta o theta pero menor que en el nivel
de vigilia de beta.
Mientras que en delta y theta la persona no está consciente
objetivamente, es decir su mente está funcionando sólo en la subjetividad, en ese
mundo interior de nuestros pensamientos-sentimientos, en el nivel beta
la mente se vuelve casi completamente hacia el mundo objetivo o
exterior, en alfa se encuentra en un punto intermedio, puede pensar sobre el
mundo externo y sus problemas buscando soluciones, o bien sumergirse en
la subjetividad para buscar en las profundidades del sí mismo la luz
necesaria para vivir mejor.
El nivel alfa de funcionamiento cerebral es el estado que permite la
comunión entre la mente consciente y la mente superior.
Con estos conocimientos tenemos la explicación de qué es lo que pasa a
nivel cerebral cuando un místico se contacta con lo divino, cuando
alguien recibe una inspiración iluminadora, cuando un artista concibe una
gran idea o un investigador científico o un filósofo logra recibir en un
fiat lux (hágase la luz) la respuesta a su más grande interrogante.
Alfa es la clave a nivel orgánico y psíquico para trascender la
naturaleza humana y alcanzar esos estados de conciencia de tipo superior que
nos elevan hacia los cielos.
En los estudios de la Alfagénica este nivel fue el primero que se
detectó en las investigaciones científicas efectuadas en meditadores de
muchos años. Por eso se le dio el nombre de la primera letra del alfabeto
griego, después se fueron revelando los otros estados cerebrales.
Al dormirse la persona pasa en forma normal de beta o estado de vigilia
al estado alfa pero es tan rápido el descenso que muy pronto entra en
theta y comienzan las ensoñaciones a presentarse en la mente, para
después entrar en el sueño profundo de delta.
Los meditadores en cambio bajan las frecuencias cerebrales de beta al
nivel alfa y ahí se quedan, es decir no se duermen, ni sueñan, se
controla la mente en un estado de concentración total que permite expandir la
conciencia y alcanzar el contacto con la mente superior.
En los conocimientos antiguos de la India se reconocían cuatro estados
mentales: El del sueño profundo, el de las ensoñaciones, el de vigilia
y un cuarto estado conocido como el estado trascendente. Hoy podemos
comprobar científicamente estas enseñanzas, y además sabemos que este
estado tan especial y tan apreciado por los meditadores de antaño, es
natural y podemos aprender a producirlo a voluntad con paciencia y
perseverancia.
El nivel alfa o estado trascendente de conciencia se le conocía además
como el estado del ser despierto, porque se pensaba que el estado de
vigilia de la mayoría de los seres humanos es incompleto, e
insatisfactorio, por eso buscaban en la soledad y el silencio la respuesta a las
interrogantes básicas: ¿Quién soy yo? y ¿Quién es Dios?
El estado de vigilia no daba las respuestas, y así surgieron infinidad
de buscadores en todas las épocas y lugares tratando de alcanzar la
verdad presentida más no comprendida plenamente. Y algunos le llamaron el
nirvana, el satori, el reino de los cielos, la iluminación, el
despertar, la unión mística, dependiendo de la época y de cada buscador
apasionado por encontrar la verdadera vida.
Ahora sabemos que dentro de nosotros mismos se encuentra un aspecto
mental que llamamos la mente superior, espiritual o cósmica, y que de ese
nivel es de donde recibimos las bendiciones divinas para el bien de
todos los seres. Y que para armonizarnos con esa mente superior
necesitamos relajarnos físicamente y ampliar nuestra mente a un estado de
trascendencia que corresponde al nivel alfa de frecuencia cerebral.
Del libro: EL SENDERO DE LA PAZ Y LA ARMONÍA INTERIOR.
www.librosenred.com/ld/roleal/
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