martes, 12 de mayo de 2009

Instrucciones sobre la Gratitud

POR DAVID STEINDL-RAST

Todo lo que se recibe es un regalo, incluso las experiencias más traumáticas pueden ser en realidad “llamadas de atención” y por lo tanto, regalos. La respuesta adecuada para cualquier regalo es la gratitud. En el fondo de nuestro corazón, podemos convertir el miedo en confianza valiente; los nervios y la confusión en quietud; el aislamiento se puede convertir en una sensación de unidad con los demás; la introversión en amor; y las reacciones irracionales en sentido común. La imaginación creativa de la gratitud nos dirá a cada uno de nosotros cómo conseguir estas cosas. Aquí tienes cinco gestos pequeños que te pueden ayudar a demostrar gratitud y mantenerte despierto.

1. Toda gratitud expresa confianza. El que no se fía no reconocerá un regalo como tal… Pensará: “es una trampa, un engaño o un soborno.” La gratitud tiene la valentía de confiar y de esa manera supera el miedo. Hoy en día hay demasiado miedo en el ambiente, un miedo y una desconfianza agudizada por los políticos y los medios de comunicación. Es ahí donde está el gran peligro: el miedo perpetúa la violencia. Pon en movimiento la valentía de tu corazón, como hacen los que están despiertos. Di una palabra hoy a alguien que tenga miedo para darle de esa manera valentía.

2. En tanto que la gratitud expresa valentía, a su vez propaga calma. Este tipo de calma es muy compatible con las emociones más profundas. Únete a los que tienen compasión y son fuertes y calmados. Actúa desde la quietud del núcleo de tu corazón. Toma la mano de alguien hoy y propaga la calma.

3. Cuando eres agradecido, tu corazón se abre. Se abre a los demás por sorpresa. Durante momentos de catarsis en tu vida, o en las vidas del colectivo, a veces vemos ejemplos sobresalientes de actitudes de apertura: a veces personas que no se conocen se ayudan entre sí de forma heroica. Sin embargo hay otras personas que deciden aislarse y casi no se atreven a mirar a los demás a los ojos. La violencia empieza con el aislamiento. Rompe ese patrón. Contacta con personas que normalmente ignorarías, por lo menos establece contacto visual: el agente de la cabina del peaje, el encargado del parking, alguien en el ascensor… Mira a un desconocido a los ojos hoy y date cuenta de que no es un extraño.

4. Te puedes sentir agradecido o aislado, pero nunca los dos a la vez. La gratitud echa fuera la introversion. No hay sitio en el corazón para ambos. Cuando eres agradecido sabes que perteneces a una red en la que se da y se toma, afirmas que quieres pertenecer a esa red. Esta afirmación es la esencia del amor. No necesitas palabras para expresarlo, una simple sonrisa pondrá tu afirmación a trabajar. No te debe importar si la otra persona te sonríe de vuelta. Regálale a alguien una sonrisa inesperada hoy y contribuye a compartir la paz en el mundo.

5. Lo que tu gratitud hace por ti es tan importante como lo que hace por los demás. La gratitud potencia tu sentido de pertenecer a algo; este sentido de pertenecer a la vez potencia tu sentido común. Al pertenecer al grupo te conectas con los intereses que compartimos todos los seres humanos. Sólo tenemos un enemigo común: la violencia. El sentido común nos dice: Podemos parar la violencia sólo si dejamos de actuar violentamente; la guerra no es el camino hacia la paz. Escucha las noticias hoy desde el filtro del sentido común.

Traducción: Ezekiel Rodmar

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Ejercicio del curso de Eckhart Tolle y Oprah, UNA NUEVA TIERRA

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