Un campesino crío un agilucho junto con sus gallinas. Lo trataba de la misma forma como lo hacia con ellas, de modo que él águila penso que era gallina. Le daba la misma comida en el suelo, la misma agua en un bebedero y lo soltaba en el campo para complementar su alimentación, igual que si fuese una gallina. El águila creció y se comportó como si lo fuera.
Cierto día paso por su casa un ecologista que, al ver al águila escarbando en el suelo, fue a hablar con el campesino.
- Esto no es una gallina, ¡es un águila!.
El campesino contesto: - ahora ya no, porque se cree gallina.
El ecologista dijo: - No, un águila es siempre un águila. Hagamos una prueba.
Se subió con el águila al techo de la casa del campesino y elevando los brazos, le dijo:
-¡Vuela!. Tú eres un águila, asume tu naturaleza.
Pero el águila no voló. Entonces, el campesino replicó: - Le dije que ella ya no es un águila.
- Mañana veremos – dijo el ecologista.
Al otro día fueron a una montaña cercana con el águila. El ecologista levanto el ave y le dijo:
- ¡Aguila! ¡Mira ese horizonte, mira el sol mas allá a lo lejos, los campos verdes allá abajo, mira todas esas nubes pueden ser tuyas! ¡Despierta tu naturaleza y vuela como águila que eres!.
El águila comenzó a ver todo esto y fue quedando maravillada con la belleza de las cosas que nunca había visto, estuvo confusa al principio sin entender por que había estado tanto tiempo comportándose como una gallina. Entonces sintió su sangre de águila correr por sus venas, sintió tensarse los músculos de sus alas y partió en un hermoso vuelo hacia el horizonte azul.
Muchas personas se crían como si no fuesen águilas, siendo que todos podemos volar si quisiéramos. Seamos tal como queremos ser. Caminemos con nuestra cabeza erguida en la vida, respetando a los demás, pero sin miedos.
** Aprender a volar - Patricia Sosa **
No hay comentarios.:
Publicar un comentario