Las actividades que he desarrollado durante los últimos años me han permitido conocer a gran cantidad de personas. No siempre se abren de manera espontánea, pero sus angustias, frustraciones, preocupaciones y amarguras, se dejan entrever y, mas temprano que tarde, aparecen convertidas en un torrente, ya que al no visualizar respuestas concretas para sus conflictos están deseosas por ser escuchadas: hablan, se quejan y culpan. Presentan a tajo abierto su malestar hacia el entorno, las circunstancias y con mayor o menor conciencia, consigo mismas.
Lo que más me asombra de estas personas es la actitud que tienen frente a la realidad, pues aunque disconformes con su calidad de vida, nada concreto hacen para mejorarla, y lo más curioso es que ante nuevas oportunidades, tienen una gran cantidad de excusas para justificar el hecho de quedarse como están; deprimidas, tristes y aburridas.
Presumo que si estas escuchando nuestro programa es porque perteneces al selecto grupo de quienes buscan nuevas oportunidades para mejorar tu estilo de vida.
LA IMPORTANCIA DE BUSCARSE
Agradezco a las personas que han considerado este material y espacio como una herramienta útil para su desarrollo interior; hacen que valga la pena este trabajo destinado a despertar el interés de quienes desean lograr la Paz Interior y mejorar su calidad de vida. Todos podemos: basta con proponérnoslo y hacer el esfuerzo.
Muchas personas que me conocen han notado mi presencia en el contenido de este programa, lo que me alegra profundamente, pues significa haber plasmado para siempre una parte importante de mi experiencia de Crecimiento Interior.
Por otra parte, he recibido; para mi sorpresa, varios mensajes, de agradecimiento, que me han conmovido en lo mas profundo. Son reconfortantes, por decir lo menos, y las agradezco sinceramente.
Espero que los próximos mensajes continúen aportando pautas de Crecimiento interior a muchas personas que añoran desarrollar en sus vidas un proceso de cambio en busca de su libertad.
Recuerdo, como si fuera hoy, aquella ocasión en que ante un grupo de matrimonios y amigos, con los cuales junto a mi esposa nos reunimos frecuentemente para reflexionar sobre temas relacionados con la vida, comente que estaba buscándome.
Escuche, sorprendido, a uno de ellos, decir con sarcasmo:
- Tu nunca vas a madurar.
Yo aun sin desarrollar el esfuerzo necesario para iniciar un proceso de cambio, siendo muy vulnerable, sentí angustia, rabia, dolor y unas ganas inmensas de arrancar.
He reflexionado, y dichas palabras que por entonces me parecieron tan agudas, hoy son un halago y encierran una gran verdad, pues la maduración de las personas corresponde a un equilibrio entre osadía y consideración, proceso que no se manifiesta en toda su dimensión, sino hasta la muerte del cuerpo. Agradezco a mi amigo por desearme la eternidad tan pronto, sin embargo, me parece atractivo conocer los frutos del proceso de maduración.
Este proceso me suena mejor designado con la palabra cambio, pues implica avanzar en algún sentido y si le agregamos crecimiento interior, tendremos las bases para desarrollar el concepto de Paz Interior.
Otro acontecimiento al que agradezco mi despertar y posterior desarrollo, fue un argumento expresado por un facilitador de un seminario de Crecimiento Personal. El dijo: - Usted es hoy el producto de las decisiones tomadas en el pasado. ¿Qué hará en el futuro para que su vida cambie en la dirección que desea?.
Desde aquel instante, mis sentidos se han mantenido alerta y tome una decisión importante: proyectarme en el tiempo. Decidí invertir mi presente, hasta ese momento consecuencia del pasado, en el paso del futuro, para vivir, como enseña Deepak Chopra a través del mago Merlín en sus lecciones al joven rey Arturo, vigilante en el tiempo.
Muy pronto reconocí que en mi búsqueda no iba a ninguna parte. Daba vueltas y vueltas, sin un destino claro hacia donde cambiar. Percibí un camino largo y solitario, lleno de escepticismo, proveniente de las personas cuya actitud apuntaría a desbaratar mis planes. Lo vi también doloroso, por cuanto los involucrados eran muy cercanos a mí y sus temores prometieron reflejarse en su amor, que aunque sincero, muy mal entendido. Sin embargo, la decisión estaba tomada. Apreté con fuerza los puños de mi mente y me eche a andar.
Con esta pequeña historia deseo interpretar a quienes sienten la necesidad de un cambio en sus vidas, pero algo que no logran descubrir les obstruye el camino. Algo aparentemente insignificante, pero con un poder destructor de gran magnitud, que solo personas persistentes dispuestas a desplegar un esfuerzo constante en el tiempo, podrán vencerlo. Por desgracia, muy pocas lo están.
Si usted, se considera capaz, pues bien: ¡Adelante!.
Buscarse, puede parecer así, como algo poco adecuado, incluso ridículo para personas que de acuerdo a las reglas tradicionales inmortalizadas por ellas mismas, deben comportarse como “un adulto maduro”; sin embargo, su falta de Paz Interior devela la urgencia que tienen de involucrarse en proyectos de vida atractivos.
"O Fortuna - Carl Orff"
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