Cuenta la leyenda que una mujer pobre, con un niño en brazos pasaba delante de una caverna cuando escuchó una voz misteriosa desde dentro que le decía: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Recuerda algo: después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal... ".
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y las joyas puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
La voz misteriosa habló nuevamente: " Tienes solo ocho minutos". Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerro. Entonces recordó que el niño quedó allá y la puerta estaba cerrada para siempre.
La riqueza duró poco y la desesperación, mucho tiempo...
Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros, tenemos unos años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte: " Y no te olvides de lo principal... " .
Y lo principal son los valores espirituales, la familia, los amigos...
Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que vivimos lo circunstancial y nos olvidamos de lo fundamental, tanto, que lo principal siempre se queda a un lado...
Jamás olvidemos que la vida en este mundo pasa rápido y que la muerte llega de repente, y que cuando la puerta de esta vida se cierra, de nada valdrán las lamentaciones.
Francisco Javier Montero Serrano - Ana María Palacio Araujo
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