1. Regularidad:
Para lograr habilidad en cualquier disciplina hay que practicarla con regularidad. La Meditación no es una excepción a esta regla. Lo ideal es practicarla dos veces al día por un período de tiempo determinado y, si es posible, en el mismo lugar y a los mismos horarios.
2. Lugar:
Lo ideal es practicarla en un lugar específico en nuestro hogar. Es conveniente arreglar un rincón para meditar, tanto mejor si es en un cuarto separado, sino, un rincón de un cuarto también está bien. Debemos tratar de que este rincón sea lo más agradable posible, podemos decorarlo con objetos que nos inspiren recogimiento, pero sin exagerar con su cantidad. Podemos sentarnos a meditar en un almohadón o en una silla cómoda, si estamos acostumbrados podemos sentarnos en el suelo sobre una alfombra. Pero lo más importante no es dónde nos sentemos sino que nos sintamos cómodos. La posición de la espalda debe ser recta. Podemos traer flores, prender una vela, inspirarnos con el aroma de un incienso, escuchar una musica suave, aunque nada de esto es imprescindible para una buena meditacion.
3. Cuándo sentarnos a meditar?
El mejor momento para meditar es la madrugada, cuando el resto de las personas duerme, así evitamos ser molestados.Esto puede ser antes de las 7 de la mañana, dependiendo de las costumbres de la casa. También puede elegirse la hora del crepúsculo, también algunos les sea mas conveniente meditar en la noche, antes de irse a dormir. Lo más importante es realizarlo siempre a las mismas horas, y si no estamos en casa podemos meditar y recrear la sensación de estar meditando en nuestro rincón. Generalmente suelo escoger 2 momentos: al despertarme, y al acostarme. Son momentos del dia los cuales por 20 minutos descanso mi mente, descanso mi ser fisico y me quedo en quietud unificando mi ser con todo lo que es.
4. Duración:
Al comienzo bastarán unos 10 ó 15 minutos, siempre que se logre una buena concentración. Si no es así nos conviene hacerlo por un tiempo más corto, y con la práctica ir alargándolo paulatinamente. Una vez que la sensación de paz y deleite se han alcanzado, la práctica puede ser alargada. 20 minutos es un espacio ideal pero sigue a tu corazon quien te dara la pauta.
5. Postura:
a) La posición será tal que nos permita sostenerla en forma relajada.
b) La espalda deberá estar derecha, si nos cuesta lograrlo podemos apoyarnos en el respaldo de la silla o en una pared, si estamos sentados en el suelo. Con la práctica aspiraremos a sentarnos con la espalda derecha sin ningún apoyo
c) Las manos deberán acomodarse en el regazo, el dorso de la mano derecha dentro de la palma de la mano izquierda y los pulgares tocándose levemente.
d) La vestimenta deberá ser cómoda y apropiada a la temperatura de la habitación.
6. Preparacion:
Antes de sentarnos a meditar debemos preparar todo lo necesario, todo debe estar en su lugar y la llama encendida. Siempre teniendo en cuenta la seguridad. La llama deberá estar a la altura de los ojos y a una distancia prudencial, un metro más o menos de nosotros bastará. Se utiliza una llama por que es el símbolo universal de la luz, y la luz es amor, la esencia de nuestro SER. Debemos recordar que nuestra esencia es el amor, la meta de nuestra meditación es recordar esa verdad.
7. Tecnicas:
Cerramos los ojos, con la llama firmemente grabada en nuestra mente, la llevamos lentamente en nuestra imaginación hacia el interior de nuestra cabeza, pasando por el entrecejo. La hacemos bajar iluminando el interior de nuestros ojos y purificándolos, luego hacia el interior de nuestra nariz, nuestros oídos, luego hacia nuestra boca, siempre iluminando nuestros órganos y purificándolos, sanándolos. Luego hacia nuestra garganta, bajando lentamente por los pulmones hacia el corazon, allí descansará la llama e iluminará nuestro corazón. Después dividiremos la llama en dos y la dirigiremos hacia nuestras manos, iluminando y purificando. Luego la hacemos regresar y dirigirse hacia nuestras piernas y pies.
Luego dirigiremos nuevamente la llama hacia el corazón, con cada respiración sentiremos y "veremos" que la luz se intensifica, en este nivel de concentración comenzamos a tratar de relajar más aún nuestra mente, y tratar de no pensar en nada, lograr aquietar nuestros pensamientos. No debemos luchar contra los pensamientos que aparezcan, sino observarlos calladamente y dejarlos ir.
Con la práctica continua lograremos llegar al "estado meditativo", que es el estado en que la mente está muy quieta, sin pensamientos, y logramos tener un sentimiento de profunda paz interior y amor, una conciencia acrecentada. Este estado de felicidad es el objetivo de la meditación. Aunque por supuesto la meditación practicada en forma continua tiene además muchas ventajas prácticas, por ejemplo: baja los niveles de tensión, incrementa la capacidad de concentración, lograr un estado de serenidad también durante el tiempo que no estamos meditando, es decir en nuestro diario quehacer ademas que la meditacion es tambien sanacion. Todo nuestro cuerpo fisico se armoniza, se unifica, se centra hacia un estado de salud perfecto.
8. Mantra:
Hay personas que meditan cantando un mantra repetidas veces, siempre en múltiplos de tres. Tambien podemos elegir una palabra que nos inspire devoción, o simplemente concentrarnos en el ritmo de nuestra respiración.
9. Concentracion
Podemos mirar la llama fijamente. Esto nos puede llevar unos pocos minutos, dependiendo de nuestra habilidad de concentrarnos. El objetivo es grabarnos la imagen de la llama en nuestra mente, preferiblemente a la altura del entrecejo (el tercer ojo). Si no logramos grabar esta imágen podemos imaginarla. Si ves que pensamientos llegan, dejalos pasar y regresa a la llama. SI ves que otro pensamiento se hace presente, dejalo ir y regresa a la llama, a medida que mas practiques, mas lograras llegar al estado puro del silencio.
Un abrazo fraternal en la luz del amor
Miccael Sais
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