¿Hasta dónde llega el amor?

¿Hasta donde llega el amor que muestran los demás, que manifestamos cada uno de nosotros?

Cuando muchas personas se preparan en la línea de salida… cuando cada una de ellas lleva un dorsal a la espalda con un número… cuando todas ellas están dando por sentado que van a participar en la maratón… ¿quién puede detener tal avalancha de contrincantes?

El amor mal interpretado puede llevar a justificar acciones que… llegan a convertirse en hostiles… unas veces de forma involuntaria y otras… ¿las defino? mejor no…

Se supone que cuando amamos a alguien verdaderamente ¿le dejamos en paz? ¿le dejamos libre?…Y sin embargo basta que surja un contratiempo en la vida para que… de pronto… quien tropieza a causa de cualquier circunstancia de la vida se convierta en el blanco, en la diana móvil de todas aquellas personas que de pronto parecen poseer licencia de caza… y como si de una jauría se tratase, van como si tal cosa a practicar uno de los deportes nacionales con más auge en este país… la crítica, la especulación, las intrigas, las opiniones gratuitas…

Todos tienen mil y un ejemplos que tan solo ayudan a agravar la situación… Lo que ES… deja de SER para ser sustituido por nuevas creaciones a cada cual más disparatada… y así… todos quieren tener razón, todos defienden su verdad, su punto de vista… porque de esto se trata, de vencer, de prevalecer…

En la línea de salida se encuentran todos los participantes… cada uno de ellos se ve a si mismo como un ser individual que compite contra el resto… cada cual viviendo su propia ilusión, creyéndose dentro de una verdad que tan solo ES un espejismo…

Y… salen a toda carrera, a toda prisa en busca de la meta… en busca de la ovación, en busca del reconocimiento, en busca de esa gloria efímera que se concede el ser humano a si mismo cuando necesita la aprobación externa…

¿Hasta dónde llega el amor hacia uno mismo, hacia los demás?

En una carrera, es un maratón en el que la unidad se deja a un lado para dar lugar a la dualidad, el amor no está presente ni tan siquiera en la línea de salida… porque todos desean ganar, prevalecer… vencer al contrario… Todos sostienen un pensamiento, un deseo… derrotar…

¿Derrotar? Mas bien derrotarse, porque… siendo todos UNO… ¿cómo pensar, como sentir que competimos contra otros? Lo hacemos contra UNO, contra nosotros, contra TODO…

Y así… se crea la ilusión, así creemos ser individuales, así dejamos a un lado la verdad para ir en busca de aquello que tan solo forma parte de la verdad individual que se forjan aquellos que viviendo en la ilusión olvidan cual es la realidad….

Todos corren creyendo llegar a algún lado… cuando en realidad siempre permanecen en el mismo punto… en ese espacio/tiempo atemporal y continuo que TODO lo vincula, que TODO lo ES…


Tomás
www.artemorilla.com
Con amor para tod@s...




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