Enviado por: "chrisaav"
chrisaav@yahoo.es
La falsa idea de periodo vital La idea de un periodo vital o una vida está anclada en la idea de un yo independiente. Por ejemplo, podemos pensar que una rosa nace en el momento en el que podemos ver la flor, y que muere cuando ya no la podemos ver más. Pero, de nuevo, observemos con profundidad. En el budismo solemos utilizar los términos manifestación y ocultación. No pensamos que una rosa nace en el momento en que podemos ver la flor, sino que pensamos que en ese momento la rosa se manifiesta. De igual modo, no pensamos que una rosa se muere en el momento en que ya no la podemos ver, sino que pensamos que en ese momento la rosa se oculta. Para que una rosa se manifieste debe cumplirse una serie de condiciones, como que se haya manifestado previamente un rosal, una tierra con nutrientes, agua, la luz del sol, un observador, etc. La rosa siempre ha existido en estado latente, y una vez que se satisfacen las condiciones para su manifestación, podemos ver la rosa. Cuando las condiciones cambian, la rosa se oculta, pero eso no significa que haya dejado de existir.
Observemos ahora el caso de la rosa bajo la luz de la impermanencia. El Buda nos enseñó que nada permanece igual por dos instantes consecutivos, que todo se encuentra en constante cambio. Heráclito, el filósofo griego, dijo que no podemos bañarnos dos veces en el mismo río. La rosa del instante previo no es igual a la rosa del instante posterior: puede que hace unos segundos la rosa nos mostrara once pétalos y ahora solo nueve; parte de su agua puede haberse evaporado, y una abeja puede haber libado su néctar. Por eso, si decimos que la rosa nace, ¿qué rosa nace?, ¿la rosa de hace quince minutos, de hace diez o de hace cinco? Si decimos que muere, ¿qué rosa muere?
Si observamos con profundidad, podremos ver a la rosa en cada gota de rocío, en cada rosal invernal, en cada trozo de tierra.
Los seres humanos solemos vivir atemorizados por la idea de la muerte, pero, como acabamos de ver, «nacimiento» y «muerte» son solo ideas, conceptos; si aprendemos a observar con profundidad, podremos trascender estos conceptos, podremos utilizarlos sin vernos atrapados por ellos.
Del Comentario al Sutra del Diamante
Benito Carral
"Si practicas la atención a la respiración con asiduidad, cuando llegue el final de tu vida, morirás estando plenamente atento"
chrisaav@yahoo.es
La falsa idea de periodo vital La idea de un periodo vital o una vida está anclada en la idea de un yo independiente. Por ejemplo, podemos pensar que una rosa nace en el momento en el que podemos ver la flor, y que muere cuando ya no la podemos ver más. Pero, de nuevo, observemos con profundidad. En el budismo solemos utilizar los términos manifestación y ocultación. No pensamos que una rosa nace en el momento en que podemos ver la flor, sino que pensamos que en ese momento la rosa se manifiesta. De igual modo, no pensamos que una rosa se muere en el momento en que ya no la podemos ver, sino que pensamos que en ese momento la rosa se oculta. Para que una rosa se manifieste debe cumplirse una serie de condiciones, como que se haya manifestado previamente un rosal, una tierra con nutrientes, agua, la luz del sol, un observador, etc. La rosa siempre ha existido en estado latente, y una vez que se satisfacen las condiciones para su manifestación, podemos ver la rosa. Cuando las condiciones cambian, la rosa se oculta, pero eso no significa que haya dejado de existir.
Observemos ahora el caso de la rosa bajo la luz de la impermanencia. El Buda nos enseñó que nada permanece igual por dos instantes consecutivos, que todo se encuentra en constante cambio. Heráclito, el filósofo griego, dijo que no podemos bañarnos dos veces en el mismo río. La rosa del instante previo no es igual a la rosa del instante posterior: puede que hace unos segundos la rosa nos mostrara once pétalos y ahora solo nueve; parte de su agua puede haberse evaporado, y una abeja puede haber libado su néctar. Por eso, si decimos que la rosa nace, ¿qué rosa nace?, ¿la rosa de hace quince minutos, de hace diez o de hace cinco? Si decimos que muere, ¿qué rosa muere?
Si observamos con profundidad, podremos ver a la rosa en cada gota de rocío, en cada rosal invernal, en cada trozo de tierra.
Los seres humanos solemos vivir atemorizados por la idea de la muerte, pero, como acabamos de ver, «nacimiento» y «muerte» son solo ideas, conceptos; si aprendemos a observar con profundidad, podremos trascender estos conceptos, podremos utilizarlos sin vernos atrapados por ellos.
Del Comentario al Sutra del Diamante
Benito Carral
"Si practicas la atención a la respiración con asiduidad, cuando llegue el final de tu vida, morirás estando plenamente atento"
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