El año de 2007 - Año Universal 9 está compuesto por los algoritmos 2, 0 y 7.
El número 2 denota profundidad, pesquisa, cooperación, amistad, diplomacia, detalles.
En el alfabeto hebraico, 2 es BETH, simbolizando la boca humana. BETH designa lo interior, el poder plasmante, el germen, la maternidad, la creación, la habitación, el objeto interno.
La carta-arcano 2, del Tarot, es llamada "LA GRAN SACERDOTISA" , y simboliza las ciencias ocultas, la unión de los opuestos y la fecundidad resultante de esa unión.
El número 7 es una vibración de trascendencia. Es dinámico e inspirador en sus efectos. Auxilia a la lógica, al raciocinio claro, a la deducción; da intuición, percepción y favorece los contactos mediúnicos.
En el alfabeto hebraico, 7 es ZAIN, y su glifo simboliza una flecha en movimiento recto. ZAIN designa la tendencia, el esfuerzo dirigido a un fin determinado, u objetivo final.
La carta-arcano 7, del Tarot, es llamada de "EL CARRO", simbolizando el triunfo de la mente y del espíritu sobre los aspectos groseros de la materia.
El Cero, más que un número, es un concepto. Por eso, en Numerología, el Cero es considerado como el mensajero de los números.
Mensajero, porque el nombre que representa o símbolo viene del latín Zephirum, que, a su vez, es una transliteració n del árabe Sifr con la idea de significar el vacío entre los números.
En la mitología greco-romana, Zéfiro es el nombre del viento de Occidente, que da vida a la Naturaleza y es el mensajero de primavera.
Por tanto, Cero es la Nada de donde todos los números-vibraciones surgen. Está relacionado a la idea de universo, de trascendencia y de inmaterialidad.
Sumando los números que componen 2007 - 2+0+0+7 encontramos el 9, (que es el número del Año Universal) un número que trae en si el secreto de todos los números anteriores y los desvela.
2007, como Año Universal 9, es el año que representa el final de un ciclo para la Humanidad. Momento de retoma de conciencia y de balance-evaluació n de todo lo que ha sido hecho hasta entonces. De desenmascaramiento de aquellos que, de manera egoísta, usan el poder para el mal.
Pero, principalmente, debe ser un año durante el cual debemos buscar la verdadera magia, que consiste en la comunión con la Naturaleza, nuestra madre.
Un año en que todos debemos ser los magos, los agentes transformadores, con el objetivo universalista de hacer de la Tierra un lugar de paz, amor e igualdad social.
Enviado por
Victoria Montes de Oca
encantadoramelodia@gmail.com
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